Tropezando con la misma piedra

Francisco J. Ávila Camberos

Veracruz | 2021-11-06 | Francisco J. Ávila Camberos

Dicen que la historia es una rueda. Gira y gira para seguir narrando continuamente los mismos yerros cometidos por el ser humano. Por eso también se comenta que un pueblo que no conoce su propia historia está condenado a repetir idénticos errores.

Tal parece que esto se agrava en el caso de México. Aumentar salarios sin incrementar la producción solo provoca mayor inflación, porque si se paga más produciendo lo mismo, o incluso menos, los precios se irán forzosamente para arriba. Los salarios son parte de los costos y éstos a su vez de los precios finales.

Resulta obvio que los salarios mínimos deben incrementarse, porque resultan insuficientes. Pero subirlos en forma desproporcionada por cuestiones político-electorales, sin considerar a la par el crecimiento de la economía, resulta fatal para los pequeños negocios que tarde o temprano cerrarán o se irán a la informalidad.

Comento lo anterior porque ya hay algunos integrantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos que proponen para el 2022 un incremento al salario mínimo del 20%.

Si los aumentos por decreto fueran la solución, no habría pobreza en el mundo. Bastaría con imprimir billetes a diestra y siniestra, aunque no hubiera nada que comprar.

Hace ya muchos años, por ese mismo tipo de políticas equivocadas, el salario mínimo llegó a $12,500.00 diarios. La inflación en México superó el 160% anual.

Esta política generó devaluaciones y crisis.

Hubo necesidad de quitarle tres ceros a la moneda porque resultaba muy difícil hacer cuentas, hasta con el auxilio de una calculadora.

Todo esto, parece que ya se nos olvidó y ahora vamos siguiendo el mismo camino.

Suponiendo sin conceder que nuestra economía crezca al 6% en 2021, dicho aumento es aplicable sobre la base del año 2020, donde decreció 8.1% respecto a 2019.

Si el año próximo crecemos al 3%, a finales de 2022 estaremos alcanzando los mismos niveles que teníamos en 2018.

Solo que para el año entrante la población habrá crecido también. La ecuación resulta muy simple para dimensionar los errores cometidos en términos económicos. Para el 2022 tendremos el mismo tamaño del pastel que había en el 2018, pero habrá que repartirlo entre un número mayor de mexicanos, lo que aumentará la pobreza, porque le tocará a cada quién una rebanada más chica.

Conclusión: Los aumentos de salarios desproporcionados, porque no están ligados al incremento de la producción, solo generan inflación, desempleo y cierre de pequeñas empresas. Pero de entrada los aumentos generan temporalmente simpatías políticas y votos, aunque en la carrera precios y salarios los primeros siempre ganan.

El salario mínimo subió el 15% el año pasado. Vean nada más a la fecha lo que han subido las cosas.

Aumentar salarios por ocurrencia y sin una base firme, es hacerle creer a los ingenuos que cobran más, cuando el dinero en realidad cada vez vale menos.

Es como hacerle creer al ama de casa cuando compra leche que puede recibir más litros, cuando lo que le surten es menos leche y más agua.

Por eso es importante conocer la historia, para no tropezar varias veces con la misma piedra.

¿No les parece a Ustedes?.

Muchas gracias y buen fin de semana.

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