| 2024-05-25
Estamos en la recta final de las campañas electorales. El 2 de junio está a la vuelta de la esquina. Ese día se definirá el rumbo y el futuro de México. Con nuestro voto decidiremos qué clase de país le dejaremos a nuestros hijos y nietos.
Ojalá que todos los ciudadanos actuemos responsablemente y cumplamos con esa obligación cívica. No se vale quedarse en casa e inventar excusas para no salir a votar, ni mucho menos cruzarse de brazos ante un acontecimiento tan relevante que marcará el destino de nuestra patria. No sería justo que la posibilidad de elegir libremente a nuestros gobernantes mediante el voto popular, conquistada por nuestros antepasados a costa de su libertad y en algunos casos hasta de su propia vida, sea arrojada al cesto de la basura por la pereza y la desidia de quienes no les interesa votar, aunque eso sí se quejan amargamente de la situación.
Hay dos opciones o dos proyectos de nación totalmente distintos.
Uno se basa en la libertad, la unidad nacional, el respeto a la Ley, la superación mediante el estudio y la educación de calidad. Es ésta la que le pone piso parejo a todos aquéllos que aspiran a tener un mejor nivel de vida a través de la cultura del esfuerzo y del trabajo con eficiencia y calidad que logra dar buenos resultados.
La otra alternativa se basa en la confrontación, el populismo, la educación obsoleta cargada con ideología que promueve la lucha de clases y sobre todo en conseguir votos mediante la dádiva disfrazada de programas sociales.
Pocos se dan cuenta de que ya no hay dinero en las arcas públicas para continuar regalándolo. Si pretenden mantener los actuales apoyos clientelares, tendrán que pedir más dinero prestado y subirnos los impuestos a quienes sí trabajamos y sí producimos.
Hubiera sido más fácil conseguir votos a través de un buen desempeño, que dilapidando el erario para comprar simpatías.
Por usar el dinero público en ocurrencias y regalos, las arcas públicas están vacías.
Debido a la escasez de recursos y también por falta de capacidad de quienes ocupan puestos claves en la actual administración, el sector salud está en crisis. No hay medicinas suficientes en los hospitales públicos. Las instalaciones se encuentran bastante deterioradas porque no hay dinero para el mantenimiento más elemental.
El sistema educativo está en franco retroceso. Las matemáticas y las ciencias han sido sustituidas por una ideología de corte socialista impulsada inicialmente por el Foro de Sao Paulo y ahora por el llamado Grupo Puebla. ¿No se han dado cuenta los promotores de estas ideas, que precisamente por seguirlas Cuba y Venezuela están en condiciones verdaderamente precarias?
Los robos, asaltos y asesinatos no disminuyen en nuestro país. La inflación sigue al alza, por más que la propaganda oficial diga que vamos requetebién.
El campo carece de apoyos suficientes. Esto pone en riesgo la producción de alimentos. La sequía hace estragos. A la falta de agua se suman ahora los apagones. Con tiempo lo advirtieron los expertos. Nadie de mero arriba les hizo caso.
Por otro lado, el enriquecimiento súbito e impresionante de muchos políticos es verdaderamente escandaloso. Los negocios turbios hechos al amparo del poder han convertido en multimillonarios de la noche a la mañana a quienes llegaron al cargo con una mano atrás y otra adelante, proclamando la austeridad republicana y alabando la pobreza franciscana.
Las carreteras son inseguras y algunas están plagadas de baches.
Este es el resultado de una administración que cuando llegó al poder ofreció no robar, no mentir y no traicionar al pueblo. A la fecha esto no lo ha logrado y por el tiempo que le queda, dudo que lo consiga. Los rumores de corrupción desde arriba hasta abajo son cada vez más frecuentes.
Los votantes tendrán que escoger una opción con total responsabilidad y amor a México el 2 de junio.
Todos tenemos la obligación de ir a votar, si queremos que México levante el vuelo y salga de la postración en que ha caído.
¿No les parece a Ustedes?
Muchas gracias y buen fin de semana para todos.