| 2024-02-17
Los verdaderos problemas económicos de la gente se resuelven invirtiendo recursos parar crear riqueza y generar empleos bien pagados. Pretender resolver la pobreza existente regalando dinero, es como si se repartieran diplomas para acabar con la ignorancia; aunque quienes los reciban no estudien, ni tengan los conocimientos suficientes para triunfar en la vida.
La inversión, el empleo, la educación, la salud junto con la seguridad y el estado de derecho, son elementos indispensables para que un país progrese y todos sus habitantes vivan mejor gracias a su propio trabajo, esfuerzo y ahorro.
Pretender abatir la pobreza a base de dádivas, es una forma perversa de mal acostumbrar a quienes aún están en edad y en condiciones de trabajar, a vivir cómodamente a costa de los demás.
De no corregirse esto México terminará arruinándose, porque no hay recursos suficientes para pagarles a quienes no producen nada ni tampoco para hacer obras costosas e innecesarias. Para paliar la escasez de dinero el gobierno mexicano lo tiene que pedir prestado. Por eso la deuda crece desmesuradamente cada año. Lo mismo pasa con los intereses que generan los préstamos otorgados.
En otras palabras, los recursos públicos no alcanzan a cubrir ni los programas sociales ni las necesidades del país. Tampoco los intereses de la deuda. Estos últimos se pagan contratando más deuda. Por eso la administración actual sacrifica programas prioritarios y deja de invertir en salud, educación y mantenimiento a la infraestructura. Esta política equivocada nos generará mayores problemas en el corto plazo.
Lo peor de todo es que las empresas paraestatales existentes, en lugar de aportar recursos al país se han convertido en un enorme pozo sin fondo, que consumen carretadas de dinero público para no cerrar. Prácticamente todas pierden. Desde PEMEX y CFE, hasta el AIFA, el Tren Maya y Mexicana de Aviación.
En el caso de PEMEX, no es posible que mientras otras empresas petroleras del mundo ganan dinero, pagan impuestos y buenos sueldos; vendan los combustibles más baratos que en México; PEMEX nos los venda caros, de baja calidad y todavía pierda dinero. Para que no cierre esa empresa, porque está técnicamente quebrada, hay que darle adicionalmente dinero de nuestros impuestos.
Esto es el mundo al revés. Nos han hecho creer a través de la educación pública que PEMEX es casi la patria.
Lamento decirles que esto es falso. Se trata de una empresa mal manejada y saqueada; administrada no por los especialistas que sí los tiene; sino por políticos incompetentes a los cuales prácticamente nadie les pide cuentas.
¿Cuándo lo reconoceremos?
De no corregirse las cosas, jamás vamos a salir del atolladero en el que nos encontramos. Lo peor del caso es que cada día que pasa aumentan la deuda y los intereses.
Si queremos resultados distintos a los obtenidos, la única manera de lograrlo es haciendo las cosas de forma diferente; es decir, haciéndolas mejor. Copiemos por favor a los sistemas y economías que han corregido el rumbo a tiempo como por ejemplo Irlanda, que era uno de los países más pobres de la Unión Europea y ahora los irlandeses tienen un nivel de vida similar al de las naciones prósperas de ese continente.
Quienes pretenden imponernos sistemas parecidos a los implantados en Cuba, Nicaragua y Venezuela andan bastante extraviados. Ahí no hay democracia, ni libertad, ni recursos suficientes para que cada uno de los habitantes de esos países viva con dignidad.
El socialismo simplemente no funciona. El comunismo menos. Las dictaduras tampoco.
Imitemos los sistemas de libre mercado con responsabilidad social. Los que son exitosos y mejoran la calidad de vida de sus habitantes. No copiemos los sistemas arcaicos, centralistas, antidemocráticos, obsoletos e improductivos.
Para repartir la riqueza en forma más equitativa, primero hay que crearla.
¡Recordémoslo siempre por favor!
¿No les parece a ustedes?
Muchas gracias y un buen fin de semana para todos.