Sofía Martínez: indignante trato como magistrada

Política a la veracruzana

Veracruz | 2022-02-23 | Paulina Ríos

En Veracruz, la muerte de la exmagistrada Sofía Martínez Huerta conmocionó a medios de comunicación, juristas e integrantes del Poder Judicial, quienes de cerca conocieron su estrepitoso y fugaz paso por dicha institución. A la extogada le hicieron la vida imposible; ella misma en medios nacionales denunció como directamente responsable de su destitución al secretario de Gobierno de esa entidad.

Su lamentable muerte, revivió todos aquellos acontecimientos que vulneraron sus derechos con extremada violencia política de género. La jurista y excatedrática de la UV, tomó protesta como magistrada del Poder Judicial el 11 de octubre de 2019, junto con otros 12 magistrados y posteriormente el 02 de diciembre de 2019, fue elegida como Presidenta del Poder Judicial del Estado de Veracruz.

Llegó en el gobierno morenista, respaldada en todo, pero ello se acabó muy pronto, pues en octubre de 2020, apenas al cumplir un año como magistrada y 10 meses como Presidenta fue destituida como titular del Poder Judicial en una sesión atropellada integrada por un pleno improvisado.

Así en la gaceta del estado se publicaba el 23 de octubre de 2020 “por unanimidad de votos se revoca el cargo de Presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado a la magistrada Sofía Martínez Huerta, que le fue conferido por este propio pleno en sesión del 2 de diciembre de 2019”.

Es esa misma sesión atropellada del 23 de octubre de 2020, fue nombrada la magistrada Isabel Inés Romero Cruz como presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Veracruz para concluir el encargo de Sofía. La togada decidió no quedarse callada y eso le costó un acoso terrible –como se puede corroborar en diferentes publicaciones y declaraciones- en aquel momento sin miedo y en forma valiente acusó la ilegalidad de su destitución y denunció públicamente haber recibido amenazas por parte del secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos.

Tras sus declaraciones, la furia fue notoria y destituirla como presidenta no bastó, después de una lucha legal y a modo de “castigo” por revelarse, también le arrebataron la magistratura y por si ello no hubiese sido suficiente, la inhabilitaron por 5 años.

El mismo día de su destitución, como lo relatan medios digitales e impresos que dieron cuenta de las declaraciones de la jurista, quien de frente y sin tapujos acusaba que el secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, la amenazó para dejar el cargo, por lo cual lo responsabilizó de lo que le pudiera ocurrir a ella o a su familia.

En una entrevista con el periodista Joaquín López Dóriga, la entonces exmagistrada, dio a conocer cómo Cisneros Burgos la amenazó y le pidió que renunciara “Veladamente entendí una amenaza, me dijo que no era prudente que la familia estuviera cerca, que él tenía pruebas, videos, documentos (…) Yo siento que fue una amenaza contra mi familia, contra mi persona”.

Sofía declaró que, en una reunión con el Ejecutivo, se le informó que el ahí presente secretario de Gobierno, había realizado un acuerdo con Edel Álvarez Peña, expresidente del Tribunal, de no hacer “cacería de brujas” a cambio de que no buscara su reelección; esa fue una de las causas de su salida, dijo en diferentes entrevistas.

Descubrió la terrible corrupción en tiempos de Edel con temas como la contratación de empresas para la construcción del fraude de ciudades judiciales. Ella quiso actuar y entonces le cerraron los caminos, expulsándola dolosamente del Poder Judicial. ¡Así el acoso y abuso que sufrió la Primera Mujer Presidenta del Poder Judicial Veracruzano!

El lunes por la noche murió y ni el gobernador y mucho menos el titular de la Segob, se molestaron en publicar una esquela oficial, ni un pésame entre líneas, como si su partida no hubiese sido notada por la cúpula del poder.

Triste, ya nada se cuida, ni siquiera las formas en aquel territorio donde constantemente se argumenta que la corrupción y persecución han quedado en el pasado.

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