Se entrecruzan Tren Maya y Reforma Eléctrica

Escenarios

Veracruz | 2022-04-17 | Francisco Blanco Calderón

Tercera: la última

El Tren Maya está diseñado para ser el principal proyecto de infraestructura, desarrollo socioeconómico y turismo sostenible que pasará por los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo con el fin de interconectar sus principales ciudades, y mejorar la calidad de vida de los habitantes, proteger el medio ambiente y detonar un desarrollo sostenido y se ha constituido como una oportunidad para detonar y potenciar el desarrollo toda la zona en el aspecto social, cultural y económico.

Se trata de un plan que hará posible transformar el entorno de las poblaciones y les permitirá mejorar sus condiciones de vida. El megaproyecto del Tren Maya generará un incremento en el turismo de la zona, un alza en empleo y en la calidad de vida de la población.

La región sur-sureste del país requiere de inversiones del sector energético para impulsar su crecimiento y desarrollo y así elevar el nivel de bienestar de la población de esa zona, tan olvidada en los últimos seis sexenios. A toda costa debe impulsarse en esa región, ya que en los últimos años se ha dado prioridad de inversión al centro y norte del país.

Esta región posee grandes extensiones de tierra destinadas a la minería, ingenios azucareros, bosques y selva de suma riqueza maderable, hidroeléctricas y petróleo así como el potencial de sus costas se ubican en el golfo de México, el Atlántico y el Pacífico cruzándolos caudalosos ríos, pero sobre todo una abundante mano de obra de gran capacidad y fuerza laboral. Por eso se requiere una vía de comunicación única como la del tren maya y sobre todo lograr la reforma constitucional en electricidad y energéticos.

A causa de la Reforma Energética que se comenzó a fraguar desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari y que fue apuntalada durante las administraciones de los presidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox Quezada y Felipe Calderón, pero que se materializó en la administración de Enrique Peña Nieto, la propiedad del suelo mexicano y todos sus recursos ha sido entregada sin distingos a empresas de otros países.

México ha cedido su autonomía energética, la que por lo menos durante los próximos 60 años estará supeditada a las decisiones corporativas de empresas extranjeras, sin que exista la posibilidad de recuperar el dominio de los recursos otorgados. Reforma que busca transformar en esta administración en beneficio del pueblo de México.

Casi la tercera parte del territorio nacional hoy es propiedad de extranjeros. A 500 años de la caída de la Gran Tenochtitlán –ocurrida un 13 de agosto de 1521 a manos de la Corona Española-, en el México contemporáneo, en materia de propiedad de recursos naturales, las cosas no han cambiado mucho; hoy la mayor parte del petróleo, gas, energía eléctrica y minas se encuentra en manos de corporativos extranjeros. Y eso determinará ahora en la Cámara de Diputados quienes están a favor de los intereses transnacionales y quienes a favor del pueblo de México.

Fabricio Mejía, expone: “Lo que el neoliberalismo significó para la democracia es el rechazo cobarde a los ciudadanos y la bienvenida cálida a las empresas extranjeras en el salón mismo donde se votan las leyes mexicanas. Se habla ya de un neoliberalismo post-democrático, es decir, autoritario… De esta manera hoy vivimos un neoliberalismo que no puede resolver la política. Por eso, optó por la despolitización que en su ideología masiva, la superación personal y la autoayuda…

Así llegamos al México donde los diputados se esconden de sus representados en hoteles y le brindan un café al cabildero de las empresas en el salón donde se discute y vota el interés nacional. La des-democratización ha sido tan salvaje que apenas hace unos días la oposición al actual Gobierno, festejó como suya la abstención en un proceso de consulta popular”. (Sin Embargo).

Recordemos la carta de Adolfo López Mateos, en 1960: “Solo un traidor entrega su país a los extranjeros; los mexicanos podemos hacer todo mejor que cualquier otro país. Cuando un gobernante extranjero me pregunta si hay posibilidad de entrar al negocio de los energéticos o a la electricidad, le respondo que apenas estamos independizándonos de las invasiones extrajeras que nos vaciaron el país…

En México la Constitución es muy clara: los recursos energéticos y los yacimientos petroleros son a perpetuidad propiedad única y exclusiva del pueblo mexicano. El resto de las especulaciones al respecto son traición a la patria. Industrializar el país no implica una subasta pública de nuestros recursos naturales, ni la entrega indiscriminada del patrimonio de la patria”.

Y los moches llegaron ya...

Ante el descaro opositor: Los partidos e intereses transnacionales abren un nuevo frente contra la 4T. En redes sociales, se testimonió la presencia en el Congreso, en forma cínica, de representantes de los grandes corporativos internacionales, como Iberdrola y organismos empresariales nacionales, incluso se coló el cabildero Paolo Salerno, quien representa a una empresa italiana en energía.

Sin pudor, Salerno ocupó una curul en la bancada perredista, pero el vicecoordinador de Morena, Leonel Godoy Rangel, pidió que se levantara y lo sacaran del pleno. Los representantes empresariales con maletines depositados en las mesas de discusión, al lado de legisladores del PAN y del PRI. Así como se fotografió a varios diputados y líderes partidistas, ingresando al hotel sede, con grandes maletas, muy grandes para ser propias de la pijamada anunciada por el PAN.

Reginaldo Sandoval (PT) incluso llamó a los legisladores a que “se liberen de las cadenas que los atan a intereses… esperamos que no se equivoquen, porque solo hay dos caminos: quienes estamos a favor del pueblo de México y por rescatar el sistema eléctrico, y los que están a favor del interés de los privados, sobre todos los extranjeros”.

Moches al por mayor, muy abundantes y abultados: “con dinero baila el perro”. Ya llegaron los moches para consumar una nueva traición a la patria. ¿Otra más?

.
.