Veracruz | 2024-09-02
La realidad es que la oposición no tiene ningún líder o persona política que resulte un atractivo y que despierte alguna confianza en el pueblo de México, ese fue el motivo principal que arrasara el partido de Morena con la figura del activista tabasqueño Andrés Manuel López Obrador que provocara la desaparición del PRD y que el PRI pasara a ser de la chiquillada partidista, por lo que solo quedaría como oposición el partido de la derecha, Acción Nacional (PAN), que no se identifica con la gente humilde que son la gran mayoría de la ciudadanía.
Se llegó al grado de que no cuentan los opositores con nadie que los convoque a una marcha de protesta, esta carencia de valores humanos se hizo relevante en el curso de una entrevista que realizara el periodista Joaquín López Dóriga a Santiago Creel, quien reconoció que su partido requiere un cambio total, con nuevos dirigentes que intenten reclutar a los jóvenes que se inclinan por los partidos progresistas, aceptó el panista que se cometieron graves errores y que urge una transformación total entre sus directivos y tratar de encontrar alguien que logre este cambio.
Las alianzas con el PRI y el PRD provocaron una deserción de la gente que simpatizaba, en lugar de sumar solo restó y la militancia en su gran mayoría ha perdido el interés y muestran un desinterés de seguir dentro de las filas de la derecha.
En resumen, que lo que fue el partido de Acción Nacional está perdido y no cuentan con un líder con carisma en la nueva política del país.
Posiblemente no se recuerde que en la administración del presidente Carlos Salinas se hicieron arreglos para que una estación televisora pusiera la imagen del líder nacional del sindicato de los petroleros, ´La Quina´, mientras leía su declaración de culpabilidad por televisión en vivo, algo que podría ser normal en procesos judiciales de esta magnitud.
Los trabajadores de Pemex habían votado a favor del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.
Cuando se inició la trasmisión Hernández Galicia se salió del guion y denunció que se trataba de una confesión forzada. El líder sindical apeló de manera emotiva a la compasión del público televisivo y sostuvo valientemente que los policías que lo interrogaban lo habían amenazado que no volvería a ver a su familia si no firmaba la declaración.
Todo mundo sabía que en aquellos tiempos a los detenidos se les torturaba para hacerlos confesar. Curiosamente, la trasmisión se cortó haciendo evidente que la censura oficial de esa época estaba más vigente.
Son delitos muy graves que no se les dio ningún curso, cuando el mandatario priista era intocable y podía hacer de las leyes a su antojo. Muy diferente a lo que se pretende ahora con la reforma al Poder Judicial.
El periodismo de denuncia no ha acarreado una rendición de cuentas. Hubo múltiples ejemplos de malas gestiones de gobierno que jamás tuvieron un castigo.
El asesinato de periodistas ha aumentado significativamente desde que el presidente Felipe Calderón declaró la guerra militarizada contra el narcotráfico, los reporteros de nota roja quedaron atrapados en la mira de los cárteles involucrados en el tráfico de estupefacientes que cada vez son más violentos y también de los políticos cómplices de la delincuencia organizada.
La transición de un partido único ha vuelto con más riesgos esta profesión informativa.