Veracruz | 2021-10-01 | Raymundo Jiménez
Además del paisanaje y de la añeja amistad y lealtad que el exgobernador tabasqueño Adán Augusto López le profesa al presidente López Obrador, entre ambos existe un valor común que les une más todavía: el de la honestidad, el cual resaltó este miércoles el flamante secretario de Gobernación durante su comparecencia ante el Senado de la República, cuando la legisladora panista Kenia López Rabadán le obsequió un detector de mentiras “para que no lo engañe (AMLO) como engañó a 30 millones de mexicanos”.
En su turno, el exmandatario de Tabasco le respondió a la vicecoordinadora del PAN: “Soy parte de un gobierno que no acepta regalos y canonjías”.
Para entonces, el titular de la Segob ya le había regresado a la senadora albiazul el aparato con un asistente que se lo llevó hasta su escaño.
Este hecho anecdótico viene a reforzar la versión que circula en la élite obradorista acerca del verdadero trasfondo sobre la renuncia de Julio Scherer Ibarra a la Consejería Jurídica de la Presidencia, pues aunque López Obrador le dio una digna despedida pública –al expresar en conferencia de prensa que “Julio es como mi hermano, nos ha ayudado mucho, él es parte de este proceso de transformación”–, lo cierto es que el hijo del fundador de la revista Proceso terminó expulsado del edén, ya que el mismo mandatario anunció que dejaba el cargo para “reincorporarse a sus actividades de abogado”, no obstante haberle reconocido que “en el tiempo que se desempeñó como consejero, se hizo cargo de elaborar las iniciativas de reforma a la Constitución para ajustar el marco jurídico a nuestro proyecto de transformación”.
Casualmente, el diario La Jornada, el periódico más afín al obradorismo, publicó este miércoles un reportaje sobre las asignaciones directas y opacidad oficial en la compra de alimentos, las cuales el Presidente había ordenado investigar desde febrero de 2019, recién iniciada su administración.
El artículo firmado por la reportera Dora Villanueva señala que no obstante la instrucción del mandatario, entre 2019 y 2021 el Corporativo Cosmos, propiedad de la familia Landsmanas Dymensztejn, ha recibido de la Federación mil 421 millones de pesos por 74 contratos, de los cuales más de la mitad se le otorgaron por asignación directa para proveer de alimentos y víveres a hospitales, reclusorios federales, casas hogar del DIF y a los empleados de la Guardia Nacional, entre otras dependencias federales.
Pero también, en estos dos últimos años, las empresas de este corporativo ha recibido contratos por 15 mil 85 millones de pesos de los gobiernos de Ciudad de México y de 17 estados, entre ellos Veracruz, donde Scherer fue coordinador de la campaña de AMLO en 2018.
¿De dónde le viene tanto poder a este grupo empresarial, tan favorecido también por los últimos tres gobiernos neoliberales del PAN y PRI? Las sospechas recaen precisamente en el influyente exconsejero jurídico de la Presidencia, quien coincidentemente fue abogado de La Cosmopolitana y de Productos Serel, empresas integrantes de Corporativo Kosmos.