Veracruz | 2021-01-15 | Raúl López Gómez
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”. La tristeza y dolor invade a todo el pueblo cristiano a quien le lloran a un hombre santo que fue a la casa del padre y al final mucha gente dará cuenta de la trascendencia a quien dedicó su vida a la atención de toda comunidad con un elevado sentido de apego a los dogmas de la iglesia católica, de los evangelios y de seguir el camino de Jesús de Nazaret.
El sacerdote Víctor Manuel Díaz Mendoza, hizo del cristianismo la esencia de vida con una fortaleza espiritual que deja huella a una labor de pastor de almas de una manera muy ejemplar y que encontró en el servicio a Dios, el amplio cariño de muchos a los que les abrió su corazón, sin medida.
Con un sentimiento de un hijo verdadero de Dios, realizaba muchas obras espirituales desde la sencillez y esa labor que no se ve, que a veces generaba envidias, pero no se conoció de su gran labor cristiana y humana como un auténtico servidor de la palabra al celebrarle la misa y llevarle la comunión todos los días al obispo emérito de Veracruz, don José Guadalupe Padilla y Lozano.
Su pasión de servicio con la cercanía a la filosofía de Jesús de Nazaret, lo hicieron ver cómo alguien muy poderoso en el tema de la misericordia al seguir en el día a día con una misión pastoral de difícil compromiso entregado al cien por ciento a su iglesia, lo que le generó envidia y celo de algunos de sus hermanos sacerdotes. “Bienaventurados sois, cuando por mi causa los vituperen o persigan”.
Se ganó igualmente el respeto y el respaldo del obispo Luis Felipe Gallardo Martín del Campo y a su jubilación, con el nuevo obispo de la diócesis de Veracruz, monseñor Carlos Briseño Arch, siguió como vocero y párroco de la Catedral de Veracruz.
Sólo hasta el final de su paso terrenal, todos los representantes de los medios de comunicación en la región y desde la propia sociedad civil, le dan un especial agradecimiento al adiós del padre Víctor, como un hombre santo que se entregó plenamente a ejercer el sacerdocio como lo pidió el propio Jesús de Nazaret, “id y predicad los evangelios”. QEPD.
En otro asunto, por cierto, los verdaderos pensionados del gobierno del estado de Veracruz, están pidiendo que se revisen los nombres de quienes obtuvieron ilícitamente sus pensiones sin haber cumplido con los años trabajados y los más grave para aquellos funcionarios que se auto-concedieron sus pensiones con pagos exorbitantes que pueden llegar hasta los trescientos mil pesos al mes, y que se investigue todo el mal manejo del patrimonio del Instituto de Pensiones del Estado, que se dilapidó con las ventas fraudulentas de oficinas, cines, hoteles y tiendas. Así las cosas.