Veracruz | 2020-05-21 | Magda Zayas Muñoz
Cuando escuche por primera vez la propuesta de Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de Morena, sobre la posibilidad de que encuestadores de INEGI entraran a los hogares para medir la riqueza de los que más tienen, me pareció una broma de mal gusto, pero no lo era, hablaba en serio y aún mantiene esa pretensión.
Según Cuellar la intención es que, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revise el patrimonio inmobiliario y financiero de los mexicanos y tenga acceso a su información fiscal y así según él medir la riqueza del país para un cobro más equitativo de los impuestos, pero no es para quitarle a los ricos. ¡No pues ya nada más eso faltaba que sin mediar alguna investigación, se les quite solo porque tiene más!
Todo eso lleva a una sola reflexión, que se trata de un político improvisado, que, sin mediar reflexión alguna, se lanza a declarar absurdos que en lugar de sumar restan y que, en lugar de favorecer al Presidente de la República, le afectan. Me queda claro que desconoce que para los fines que se propone existe todo un andamiaje legal que permite conocer esa información sin involucrar al INEGI.
Luego, tras la andanada de críticas corrigió y dijo que no se trataba de que entraran a las casas, sino que el Inegi concentrará ésta información. Muchos salieron a explicarle al señor que para eso está el Sistema de Administración Tributaria.
Luego, los periodistas cuestionaron al presidente de la Republica, Andrés Manuel López Obrador sobre esta propuesta, que evidentemente rechazó y la respuesta del diputado con licencia fue que el cargo que ostenta no es un adorno y que no fungiría como florero o barandal de pleitos internos advirtiendo que ésta propuesta no era una improvisación sino un anhelo de toda su vida.
“Yo llegué a ser diputado con esta bandera, ésta ha sido mi lucha permanente, yo estoy aquí en la presidencia de Morena para lograr este anhelo y lograr este estado de bienestar, yo no estoy aquí de florero ni de barandal en los pleitos internos”.
El político mantuvo su proposición de que el INEGI pueda tener la facultad constitucional de medir la concentración de la riqueza en el país con el fin de que los ricos paguen más impuestos: “Mi propuesta va a lograr esta transformación en el país y he sido insistente en mi comportamiento y en las iniciativas”.
Según Ramírez Cuéllar, el fin no será divulgar las riquezas de las personas, especialmente de los grandes empresarios del país; su objetivo ha dicho sería el de acceder a datos fiscales y bancarios para cuantificar la riqueza de las personas y, así cobrar más de impuestos a quienes más tienen. Justificó que Morena busca el combate a la desigualdad y “la vergonzosa concentración de la riqueza, yo no sé quién se oponga a esto”.
Morena debe encabezar una lucha en contra de la desigualdad y la concentración de la riqueza; lo cierto es que, la propuesta incluso fue rechazada por varios sectores del partido, incluidos diputados y senadores.
Ramírez Cuellar insiste que es injusto que la clase media y los sectores más empobrecidos carguen con la mayor parte de los gastos, pero está equivocado el líder nacional de Morena, eso de que quien más gana, más paga, ocurre; además hay que recordarle que habrá quienes son ricos porque han luchado y trabajado toda su vida y no por eso se les va a tratar de forma desigualdad, como sí desarrollarse y crecer económicamente fuera un ilícito, otro tema sería que se descubriera un enriquecimiento ilícito y para eso ya existen los mecanismo y las instancias. ¡así las cosas en nuestro país con éstos políticos!