Psicología del ambiente

Enrique Haro Belchez

Veracruz | 2021-04-03 | Enrique Haro Belchez

“Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no la escucha”: Víctor Hugo.

El medio ambiente es un fenómeno de alta complejidad, y las relaciones de éste con la salud y la calidad de vida de las personas han adquirido una trascendencia cada vez mayor. La relación del hombre con la naturaleza y del ambiente con la salud también incide directamente sobre la calidad de vida del hombre.

La problemática ambiental que enfrentamos hoy quizá es parte consecuencia de una mala concepción de sus causas de origen, y que nos ha llevado a poner al frente de las políticas y normatividades ambientales a profesionistas de las ciencias naturales que hoy necesitan apoyo urgente de otro grupo de especialistas.

Sin duda, los profesionales en ciencias naturales como los Biólogos, Ecólogos e incluso Geógrafos han contribuido ampliamente en la evaluación y dimensionamiento de las consecuencias del deterioro ambiental que hemos causado principalmente los seres humanos; pero los enfoques para dar solución a la causa raíz de las problemáticas ambientales, habla mucho de la conducta del ser humano.

La psicología ambiental o psicología ecológica se centra en la interacción entre las personas y su entorno. Analiza la forma en que el entorno natural y los entornos construidos conforman a los individuos.

La psicología ambiental se ha desarrollado como una disciplina orientada al valor y al problema, priorizando la investigación para resolver problemas ambientales complejos buscando el bienestar individual dentro de una sociedad. De esta manera, se puede ayudar a diseñar, administrar, proteger y restaurar entornos para mejorar el comportamiento razonable y diagnosticar situaciones problemáticas.

Las políticas ambientales hasta hoy promovidas acotan el daño y consecuencias al ambiente, pero no restringen o se enfocan en identificar y frenar las actitudes del ser humano que siguen ocasionando daños ambientales, como si el ser humano no formara parte de él y más aún, no sufra consecuencias por su daño.

Las actitudes ambientales constituyen juicios, sentimientos y pautas de reacción favorables o desfavorables que una persona o grupo de personas manifiestan hacia un hábitat o un ambiente determinado y que condicionan su comportamiento dirigido a la conservación o a la degradación del medio ambiente.

Ya es tiempo que la política ambiental deje solo de enfocarse al ambiente y trate, con el apoyo de especialistas en ciencias del comportamiento humano (Psicólogos, Sociólogos, Antropólogos), de influir en los hábitos y costumbres del ciudadano para que, así como limpiamos y conservamos nuestras casas también conservemos nuestras ciudades y nuestro entorno natural.

En conclusión, la Psicología Ambiental se ocupa de las influencias interactivas del ambiente físico y cultural, la estructura social y las relaciones interpersonales sobre los individuos, así como de las medidas educativas que favorezcan el desarrollo de actitudes que propician los comportamientos favorables al cuidado y mejoramiento del ambiente físico y social.

#CambiaUnaAcciónCambiaTodo.

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