PRI-Veracruz, ¿refuerzos nacionales?

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Veracruz | 2025-04-30

El pasado sábado, el PRI-Veracruz anunció la llegada de liderazgos nacionales a la entidad para sumarse a las actividades de campaña rumbo a la elección local, en apoyo a sus candidatos a las presidencias municipales.

Delegados especiales del Comité Ejecutivo Nacional, así como senadores y diputados federales, arribaron al estado como parte de una estrategia de respaldo a las campañas priistas.

En total, 26 figuras del tricolor fueron enviadas a territorio veracruzano como refuerzos políticos.

Durante los primeros minutos del martes 29 de abril, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, encabezó el arranque formal de campañas. En su mensaje, aseguró que existe plena confianza en que el partido logrará consolidar su unidad interna y que sus candidatos sabrán "enfrentar con valentía los retos que presenta el futuro".

En su crítica hacia el partido gobernante, Moreno Cárdenas sentenció: "No nos van a doblar, ni nos vamos a echar para atrás".

El líder nacional del tricolor estuvo presente en el Puerto de Veracruz, donde buscó –al menos en el discurso– impulsar la candidatura de la exalcaldesa Carolina Gudiño Corro. Sin embargo, el panorama para la aspirante priista es, por decir lo menos, cuesta arriba.

Las encuestas actuales colocan a Rosa María Hernández Espejo, candidata de Morena, como favorita para la presidencia municipal.

Por si fuera poco, en esta zona el PAN ha mantenido una estructura fuerte; y en contraste, el PRI se percibe debilitado, sin una base sólida ni presencia territorial significativa en el municipio.

En términos generales, el priismo veracruzano atraviesa la que probablemente sea la crisis más profunda de su historia reciente.

La marca PRI parece diluida, desdibujada, y los estudios de opinión lo reflejan claramente. Por ejemplo, la encuestadora Arias Consultores publicó recientemente un estudio que posiciona al PAN con ventaja en Boca del Río; y a Morena con un amplio margen en municipios como Veracruz, Minatitlán, Martínez de la Torre y Tuxpan, entre otros.

Solo en Orizaba el PRI sería competitivo, gracias al músculo del grupo empresarial que encabeza el alcalde Juan Manuel Diez Francos, más que por méritos del propio partido.

En el caso del Puerto de Veracruz, la candidata priista apenas alcanzaría un 7.5% de intención de voto, frente al 44.5% que obtendría Hernández Espejo. La distancia no solo es considerable: es demoledora.

A nivel nacional, el PRI enfrenta los niveles más altos de rechazo ciudadano. En Veracruz, el escenario para el tricolor es aún más complejo: la estructura partidista parece erosionada; las candidaturas carecen de fuerza y credibilidad; y el liderazgo de Alejandro Moreno, lejos de sumar, genera ruido y desconfianza incluso entre simpatizantes tradicionales.

En este contexto, el PRI no solo necesita refuerzos: necesita una reinvención de fondo. Ni la retórica beligerante de su dirigente nacional, ni las visitas fugaces de cuadros federales parecen suficientes para revertir una tendencia de debilitamiento profundo. La campaña ya comenzó, pero para muchos, el partido parece seguir en pausa.

@luisromero85

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