PRI Veracruz, entre el vandalismo y su propia debacle

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Veracruz | 2025-05-20

La sede del Instituto Nacional Electoral en Xalapa y las oficinas del Comité Directivo Estatal del PRI fueron blanco de actos vandálicos. Un grupo de personas irrumpió en ambas instalaciones y causó daños.

En el caso del PRI, la dirigencia del partido condenó los hechos y anunció la suspensión de sus recorridos. A través de sus redes sociales, Alejandro Moreno Cárdenas declaró: "Ante estas amenazas y agresiones, hemos suspendido temporalmente las giras en el estado. No vamos a poner en riesgo la integridad del priismo, de la ciudadanía ni de nuestras y nuestros candidatos..."

El tricolor ha denunciado un ambiente de inseguridad en el marco de las campañas para la renovación de los ayuntamientos en la entidad. Por ello, emitió un pronunciamiento en el que exigió "elecciones limpias, seguras y en paz, donde se garantice la integridad de todos los actores".

Sin embargo, el mayor problema para el tricolor en Veracruz no son los actos vandálicos, sino sus propias campañas, que simplemente no logran despegar.

Con la única excepción de Orizaba, donde el candidato Hugo Chaín mantiene una ventaja considerable sobre el abanderado de Morena, Igor Rojí, en el resto de las cabeceras distritales y ciudades importantes en términos demográficos, el PRI no figura como una opción viable.

En la zona conurbada Veracruz–Boca del Río–Alvarado, por ejemplo, sus candidatos están más cerca del cuarto lugar que de convertirse en una fuerza competitiva. Lo mismo ocurre en Xalapa y otras ciudades importantes del estado, donde el partido aparece desdibujado.

A esto se suman las renuncias de algunos de sus candidatos. En Tecolutla ya se presentó un caso, y recientemente, en Nogales, Matilde Castro anunció su salida al denunciar la falta de apoyo por parte de su partido.

Otros aspirantes, aunque no han formalizado su renuncia, actúan como si lo hubieran hecho: han suspendido o, en el mejor de los casos, limitado sus actividades de campaña.

El PRI enfrenta en Veracruz su peor escenario: alto rechazo ciudadano, ausencia de figuras realmente competitivas y nulas posibilidades de recuperar terreno en el corto plazo. La debacle es predecible.

Si en 2021 el partido no logró buenos resultados en las elecciones municipales a pesar de ir en alianza con el PAN, en 2025, sin coaliciones, esta fuerza política podría enfrentar la peor derrota de su historia en la entidad.

Liliana López Coronado, de casa en casa

En un proceso que suele desarrollarse entre pasillos institucionales y decisiones de élite, la campaña de Liliana López Coronado, aspirante a magistrada del Poder Judicial de Veracruz, ha roto moldes al apostar por el contacto directo con la ciudadanía.

En lugar de limitarse a foros cerrados o entrevistas técnicas, ha optado por una estrategia que parece más propia de una candidatura popular: recorrer casa por casa, comunidad por comunidad.

Su propuesta no sólo busca difundir su perfil y trayectoria, sino construir un vínculo con la población, algo inusual —pero necesario— en un sistema judicial que muchas veces se percibe distante o ajeno a la gente. López Coronado entiende que para que la justicia sea legítima, primero debe ser cercana.

Este tipo de estrategia, arraigada en el contacto directo, habla de una visión que va más allá de los códigos y expedientes.

La candidata a magistrada busca ser un puente entre el Poder Judicial y una ciudadanía que exige claridad, imparcialidad y acceso real a la justicia.

@luisromero85

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