Política a la Veracruzana

Portada de revista, tras reunión Sherer-Gertz, mediada por Adán Augusto

Xalapa Ver | 2022-03-20 | Paulina Ríos

La revista proceso que circula desde el sábado en el país, ha revelado un nuevo escándalo, que como muchos que ocurren en el país, afectan directamente la imagen de quienes dirigen el Poder Ejecutivo. Desde el sábado la Portada ha causado revuelo y amenaza con golpear severamente la imagen de un gobierno que insiste, que atrás han quedado los escándalos de corrupción y destrucciones al interior.

La revista número 2368 del mes de marzo, muestra a una cansada en portada a la actual Senadora y ex Secretaria de Gobernación y a un Fiscal General encorvado, cansado, deteriorado y en medio de ambos el ex consejero Jurídico, Julio Sherer Ibarra y un cabezal que dice “ES HORA DE HABLAR”.

Scherer Ibarra, asegura en dicho artículo que Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República, y Olga Sánchez Cordero, exsecretaria de Gobernación, emprendieron una persecución “perversa” en su contra con el afán de manchar su nombre, aunque la también ex ministra ya respondió y dijo que se trataba de “afirmaciones falsas”.

Hace seis meses Sherer Ibarra concluyó su encargo como asesor jurídico del presidente Andrés Manuel López Obrador y hoy asegura que la confabulación de ambos funcionarios, es lo que, lo mantiene perseguido mediante un modus operandi “extorsivo” en su contra en casos ya judicializados, como el de la demanda del abogado Juan Collado.

Sobre su relación con Gertz Manero, Scherer Ibarra refiere que diversos reportajes elaborados por el semanario fueron “el origen de los ataques que he tenido que soportar”, pues el fiscal lo acusó directamente de filtrar a la prensa información sobre el caso de la Universidad de la Américas Puebla (UDLAP) que tiene en litigio y otros reportajes posteriores.

A decir del ex consejero jurídico, hijo de Julio Scherer García -fundador de la revista- a estas acusaciones se sumó otro reproche: el hecho de que desde la consejería jurídica se haya negado ayudarle al Fiscal Gertz en el litigio que mantiene contra Laura Morán y su hija Alejandra Cuevas, a quienes el fiscal acusa del presunto homicidio de su hermano, asunto que hoy se mantiene en la Suprema Corte.

Tras la petición de Gertz y la negativa “al final de esa reunión, terminó desafiante: 'usted podía haber elegido entre un fiscal amigo o un fiscal enemigo” dijo Sherer en el artículo publicado. Referente a su relación con Sánchez Cordero, Scherer dijo que “desde el inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador se dieron diferencias con la secretaria de Gobernación”, lo que originó que la exministra emprendiera “una investigación contra mi persona y mis actividades profesionales”.

Destacó que dichas investigaciones –para afectarle- contenían una serie de “fabulaciones” respecto a su relación con diversos despachos de abogados, como el bufete Araujo, González, Peimbert, Robledo y Carrancá Abogados, caso por el cual hoy en día la Fiscalía investiga a los abogados por una presunta extorsión cometida contra diversos señalados en los principales casos de corrupción del país donde lo involucran a él.

Tras darse a conocer el reciente número de la revista, Olga Sánchez respondió de inmediato y aseguro no caerá en el juego, que sean las instancias de procuración e impartición de justicia las que hagan su trabajo, dijo. Al momento quien se ha mantenido en silencio ha sido Gertz Manero. Un tema que seguirá dando mucho de qué hablar.

Previo a la publicación de PROCESO, el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López fungió como mediador a mitad de la semana pasada.  Se sabe que, a sugerencia del Presidente, el encargado de la política interna los convocó. Ahí el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero y el exconsejero Jurídico del presidente, Julio Scherer Ibarra.

De aquella reunión no se logró nada, ambos salieron molestos. ¡bueno sí surgió algo de aquella reunión, la Portada de Proceso! Para analistas políticos Gertz Manero debería irse, pero al parecer, el Presidente, no está dispuesto a correr más riesgos, aunque el Fiscal General se debilite con hechos como la circulación de audios de llamadas telefónicas, que exhiben abusos.

.
.