Veracruz | 2020-05-24 | Agustín Gálvez
Ya hemos hablado de paradigmas con anterioridad, pero precisamente en este segundo bloque de notas, decía yo que pretendía de centrarlo en hábitos y paradigmas, que aunque no siempre tienen que ser malos, el enfoque que les damos o el abuso de ellos es lo que nos lleva a situaciones no favorables o que pueden perjudicarnos.
Muchas veces somos ciados y educados, con una serie de costumbres que llegan a convertirse en paradigmas, recordemos entonces, que como definición y concepto podemos decir que paradigma es todo modelo, patrón o ejemplo que debe seguirse en determinada situación, la palabra como tal de deriva del griego (parádeigma) y en un sentido amplio se refiere a una teoría o conjunto de teorías que sirven de modelo a seguir para resolver problemas o situaciones cualquiera que estas sean o se presenten.
En todas las cosas o situaciones que nos rodean o en donde nos desarrollemos, estamos rodeados de estos paradigmas, en el propio hogar, en las escuelas, centros de estudio o entrenamiento, trabajos, etc., siempre nos encontramos con modelos, patrones, ejemplos o moldes, cánones, normas y reglas que nos marcan precisamente los procedimientos de tal o cual cosa, actividad o lo que sea que estemos desempeñando, muchas veces les aprendemos tal cual nos lo enseñan y sin cuestionar lo aplicamos en nuestras vidas y muchas de estas veces es difícil poder llegar a cambiar alguno de estos a fuerza de la costumbre o tradición.
Como historia personal quiero compartir que una de las personas que yo conozco y que vive atada a estos paradigmas, es precisamente mi madre y en parte mi padre también, una de las aficiones que compartimos los tres, es precisamente el arte de preparar alimentos y en especial a mi madre se le da mucho eso de atender siempre a las demás personas, pero basándonos en el punto de la preparación de alimentos, yo aprendí un poco de los dos, quizás un poco mas de mi padre que de mi madre porque tuve más convivencia con el que con ella en este aspecto, sin embargo creo que aprendí y herede el buen sazón de los dos, pero cuando fui creciendo y forme mi propia familia, me vi obligado a aprender nuevas técnicas y costumbre en la cocina, toda vez que mi esposa, traía sus propias técnicas y costumbres además de gustos distintos de los míos precisamente en la cocina, cabe mencionar que hoy en día, con los medios de consulta e investigación que encontramos a través de los medios electrónicos, podemos vernos altamente enriquecidos en nuestro aprendizaje y desarrollo de nuestra propia cocina, pero en base a esto muchas veces mi propia madre me ha dicho, ya me has superado mucho en la cocina, pero cuando trato de compartir algún consejo con ella me contesta, pues mi abuela (o sea su madre de crianza) así lo hacía, así me lo enseño y ella era una sabia, y entonces no cambia su manera o técnica de hacer las cosas, aunque esto pudiera implicar un crecimiento en su saber y su hacer, pero así se cierra en su pensamiento.
Así como este tipo de casos que se da mucho en las familias, pero como arriba mencione, se da en todos los campos donde nos desarrollamos, en la enseñanza técnica de la misma disciplina que practico, he tenido platicas y hasta confrontaciones con maestros a los cuales les pregunto el por qué de tal o cual técnica, y su contestación muchas veces seca y cortante simplemente dicen, asi me lo enseño mi maestros y así lo enseño yo a mis alumnos y no hay vuelta de hoja y punto.
En la nota anterior en que hablábamos del compromiso de cambiar y muchas veces la falta de humildad para hacerlo, con esta vemos reforzada la idea de que muchas veces los paradigmas son un mal innecesario en nuestras vidas, con esto no quiero decir que lo que hemos aprendido por parte de nuestros padres, de nuestros maestros o de las personas mayores o de más experiencia en tal o cual cosa sea equivocado, todo aprendizaje es bueno, pero tenemos que ser dóciles a entender que todo cambia y tenemos el compromiso de cambiar con ello, hoy en día existen más estudios que modifican el concepto o aplicación de muchas cosas que antes se aplicaban y que hoy han mejorado, hay nuevas técnicas y nueva tecnología, herramientas y accesorios que nos pueden ayudar mucho a mejorar en nuestros productos o servicios, yo aprecio toda la enseñanza que mis maestros me brindaron en sus tiempos, pero hoy en día, tenemos las posibilidades de crecer más para poder brindar una enseñanza mejorada a nuestros alumnos.
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