Veracruz | 2022-03-04 | Luis Alberto Romero
En el PAN, los grupos internos se disputan los despojos de un partido reducido a su mínima expresión tras el resultado electoral de 2021.
En el proceso para la renovación de los 212 ayuntamientos veracruzanos, el albiazul tuvo una jornada para el olvido: en solitario sólo consiguió poco más de 240 mil sufragios, 7.1 por ciento del total, logrando únicamente 13 alcaldías. En alianza con PRI Y PRD, los panistas veracruzanos alcanzaron la victoria en otros 21 municipios, pero eso es casi nada, considerando que cuatro años antes, en 2017, consiguió 112, más de la mitad de las posiciones en disputa.
En términos muy generales, Acción Nacional sufrió un duro revés en las recientes elecciones veracruzanas.
En la contienda por las diputaciones locales, los panistas simplemente terminaron desdibujados.
Aun así, el partido se mantiene como la segunda fuerza política de la entidad, dado que gracias a la alianza con PRD y PRI superó el millón de votos en el proceso para renovar las curules locales, que si bien no se acercan al millón 400 mil de Morena y aliados, tampoco se rezaga tanto. La diferencia entre ambos partidos es de 10 puntos porcentuales.
En ese marco se llevó a cabo la renovación de la dirigencia estatal del PAN, entre dos grupos perfectamente identificados; uno, encabezado por el ex dirigente Joaquín Guzmán Avilés y el senador Julen Rementería; y el otro, identificado con la familia Yunes de Boca del Río, y con su aliado circunstancial, el diputado Enrique Cambranis Torres.
Una vez que el Tribunal Electoral de Veracruz anuló la elección interna, Guzmán Avilés ha declarado que el Comité Ejecutivo Nacional del partido debe nombrar a un dirigente interino, y para ello lanzó el nombre de Guilebaldo García Zenil.
Dice Joaquín Guzmán que García Zenil debe hacerse cargo del partido, en tanto las instancias pendientes –las salas Regional y Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación– resuelven las impugnaciones.
En este momento, el PAN veracruzano se encuentra en una etapa de indefinición; el Comité Directivo Estatal está acéfalo y así enfrenta el partido el proceso electoral extraordinario de Amatitlán, Chicontepec, Jesús Carranza y Tlacotepec de Mejía.
En estos momentos, todo es incertidumbre en el blanquiazul; no se sabe si la Comisión Organizadora Electoral del CEN nombrará a un dirigente interino y si esta responsabilidad recaerá en Guilebaldo García; si los tribunales modificarán el sentido de la determinación del TEV y ratificarán el triunfo de Federico Salomón; o si se repetirá la elección interna, como ocurrió en el proceso interno pasado.
Lo único cierto es que para incrementar sus probabilidades de éxito en el proceso electoral de 2024 en Veracruz, Acción Nacional debe definir primero el tema de su dirigencia; y trabajar para la construcción de una nueva alianza con otras fuerzas políticas, básicamente PRI, PRD y probablemente MC.
De esa posible alianza dependerá el nivel de competitividad de esas fuerzas políticas en 2024; hay que recordar que esos partidos se unieron en la entidad para presentar un frente común contra presuntos abusos de poder por parte del Gobierno del Estado, en lo que se ha interpretado como el primer antecedente de la muy probable coalición opositora.
@luisromero85