Veracruz | 2024-11-23
Una teoría existente afirma que los economistas oficiales utilizan bastante tiempo para tratar de convencernos con optimismo desbordado de todo lo bueno que sucederá en nuestro país el año próximo y resulta que al cumplirse el plazo establecido para el cumplimiento de las metas anunciadas, deben dedicarle el doble o triple de tiempo para tratar de explicarnos el por qué no se cumplieron sus expectativas. Generalmente acaban echándole la culpa a factores externos, fuera de su control, para así evitar reclamos de quienes ingenuamente creyeron en sus pronósticos alegres y al final, fallidos.
Entiendo perfectamente que parte importante de su tarea es la de infundir confianza entre todos los sectores productivos grandes, medianos y pequeños, así como del público en general, afirmando que las cosas mejorarán.
Porque no hay peor cosa para un país que sus habitantes se desanimen ante un panorama incierto y poco alentador. Pero ¡cuidado!, si caen en el extremo opuesto de derrochar optimismo, puede resultar contraproducente, porque al no lograrse las metas pronosticadas perderán credibilidad y recuperarla costará mucho tiempo y esfuerzo.
Comento lo anterior porque el paquete del presupuesto presentado por el Ejecutivo Federal a la Cámara de Diputados para ejercerlo en el 2025, parte de un crecimiento de nuestra economía del 3% , mismo que difícilmente se logrará tomando en cuenta que las inversiones extranjeras que venían a México posiblemente no lleguen ante la falta de certeza jurídica que se está incrementando con los constantes cambios hechos al vapor a nuestra Constitución, Igualmente la elección mediante voto popular de jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial pone en entredicho la certeza jurídica que cualquier inversionista necesita.
Por cierto, la elección de los juzgadores hace a un lado la carrera judicial y no garantiza la capacidad, experiencia, honradez e imparcialidad de quienes sustituyan a los actuales.
Como la recaudación de impuestos está ligada directamente a la situación económica de un país, si las expectativas de crecimiento consideradas en el proyecto de presupuesto no se alcanzan, como las calificadoras internacionales ya lo anuncian, habrá menos recaudación de impuestos, más ajustes en las partidas destinadas a infraestructura, salud y educación; o lo que es peor, deberán de pedir más dinero prestado, deuda que con todo e intereses acabaremos pagando todos, incluyendo los mexicanos que aún no han nacido.
Como el futuro resulta bastante incierto y más con la llegada de Trump al país más poderoso de la tierra y la posibilidad real de que el proteccionismo anunciado por él se aplique y también escalen los conflictos internacionales existentes; las autoridades deberían de actuar con mayor responsabilidad y cautela, asignándole recursos a lo verdaderamente prioritario y no a las ocurrencias.
A mí me parece un riesgo enorme asignar mayores recursos a los programas sociales mientras que en México la infraestructura, la salud y la educación están por los suelos.
Por cierto: Ferrocarriles de pasajeros no necesitamos. Hay que insistir en ello. No se conoce un solo estudio serio que justifique semejante gasto.
Requerimos que se amplíe y mejore la red carretera que tiene tramos importantes destrozados y otros saturados de tráfico, con embotellamientos kilométricos que sólo generan sobrecostos, caos, accidentes viales, demoras y contaminación.
También necesitamos congruencia y no ahorros mal entendidos.
Mientras la presidente de México viaja a Brasil en un vuelo comercial para supuestamente ahorrar dinero y mostrar austeridad republicana, algunos legisladores de la 4T viajan en helicóptero particular que cuesta 80 mil pesos la hora de vuelo.
Ya entrados en gastos el INE pide inicialmente 13,200 millones de pesos para gastarlos en las elecciones de los juzgadores del Poder Judicial. A esta cifra habrá que agregarle los varios miles de millones de pesos extras que nos costará la liquidación conforme a la Ley de todos los que serán despedidos. ¡Pero qué necesidad de tirar nuestro dinero habiendo prioridades no atendidas!
Como podrán observar, las cuentas no salen, ni saldrán.
Mientras siga manejándose el país con el criterio populista de regalar dinero a la gente para tenerla contenta y amarrar así su simpatía y su voto, no avanzaremos como nación. Es triste decirlo: Hay mucha gente comodina que ha dejado de trabajar porque vive de los recursos que el gobierno les quita a quienes son productivos para dárselos a quienes el único esfuerzo que hacen estos últimos es estirar la mano.
No objeto la ayuda social a ancianitos y discapacitados. Lo que me parece absurdo es que personas con posibilidades de trabajar no lo hagan y vivan a expensas de los demás. Así nos rezagaremos más como nación.
Si en una lancha van 20 pasajeros, cada uno tiene un remo y todos reman parejo de manera uniforme y coordinada, la embarcación llegará pronto a su destino.
La lancha llamada México va con sobrecupo. Unos reman y otros no. De los pocos que reman unos lo hace hacia adelante y otros al revés. Por eso la lancha gira en círculos dando la impresión de que se mueve, pero en realidad no avanza. El patrón de la lancha en lugar de promover la unidad y animar a todos para que remen parejo, enfrenta a unos tripulantes con otros. Así no llegaremos a ningún lado y corremos el riesgo de zozobrar.
¿Será tan difícil entender esto?
¿No les parece a Ustedes?
Muchas gracias y buen fin de semana.