Veracruz | 2023-04-14
Antes de la refinería de Dos Bocas, Tabasco –que fue inaugurada oficialmente por el presidente López Obrador en julio pasado sin que hasta la fecha haya producido un solo barril de combustible–, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, gestionó todavía como senadora de Veracruz en funciones, en octubre de 2018, el proyecto del relleno sanitario que sustituyera el tiradero a cielo abierto de Las Matas, en el cual se vienen arrojando diariamente, desde 1997, cientos de toneladas de desechos sólidos de los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque.
Primero como legisladora y después como influyente secretaria de Estado, Nahle buscó solucionar este grave problema de salud pública con el apoyo inicial de Josefa González-Blanco, quien duró menos de seis meses como secretaria de Medio Ambiente, pues en mayo de 2019 renunció tras el escándalo por retrasar 38 minutos un vuelo comercial de la Ciudad de México a Mexicali, Baja California.
En este proyecto, a Nahle le fallaron sus operadores políticos en Veracruz y hasta su compadre Arturo Quintanilla Hayek. De hecho, este fue el primer conflicto político que enfrentó como gobernador Cuitláhuac García tras el violento rechazo del pueblo de Chinameca al relleno sanitario que proyectaban instalar en ese municipio de la sierra de Soteapan.
El 9 de enero de 2019, el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, tuvo que escapar en la batea de una camioneta pick-up, mientras el mandatario veracruzano era retenido en el parque de la cabecera municipal por alrededor de 8 mil habitantes que le exigían que públicamente se comprometiera con ellos a que ese depósito de desechos sólidos no sería instalado ahí, lo que García Jiménez tuvo que conceder ya caída la noche para poder retornar a Xalapa.
Al trascender que la beneficiaria de este proyecto repudiado por el pueblo popoluca era la familia Quintanilla Hayek, dueña de la empresa Gravas del Sureste, en cuyo terreno de 127 hectáreas se pretendía ubicar el centro integral de tratamiento de residuos sólidos, la senadora de Veracruz con licencia tuvo que admitir que “efectivamente él (Arturo Quintanilla) es mi compadre, pero no tengo ninguna injerencia en el asunto”, refiriéndose al megaproyecto del relleno sanitario regional que favorecería principalmente a las ciudades de Minatitlán, Cosoleacaque y Coatzacoalcos, donde, procedente de su natal Zacatecas, ella llegó a residir desde hace más de 30 años.
A principios de esta semana, más de cuatro años después de la revuelta de los pobladores de Chinameca, se llevó a cabo la primera Sesión Extraordinaria para el Sistema Intermunicipal de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbano y Manejo Especial, en la que se expuso que habría disponibles cinco terrenos que supuestamente cumplirían con las normas para el relleno sanitario y que sería Banobras el que aportaría los recursos para su adquisición.
Pero Nahle, quien aspira a gobernar Veracruz, ya no se ocupa ni se preocupa de esto. Ahora su atención está en la sucesión estatal de 2024 y en la refinería de Dos Bocas que, según especialistas, muy difícilmente podrá producir a toda su capacidad antes de que concluya este sexenio.