LOS OLIGARCAS NO DEBEN REGRESAR AL PODER (Segunda parte)

ESCENARIOS

Veracruz | 2023-04-02

El presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió: Ahora hay un Plan C” y la oposición no puede pensar que ya se acabaron las alternativas para reformar el marco electoral de México: "El Plan C consiste en que no se vote por el bloque conservador para que siga la transformación, ni un voto a los conservadores, sí a la transformación. Ese es el Plan C, ese ya lo aplicamos en el 18 fue el pueblo el que dijo basta y se inició la transformación, acabar con la corrupción que es el principal problema del país y hemos avanzado mucho, limpiando de corrupción al Gobierno, de arriba a abajo, pero cómo se está llevando esta transformación, respetando la división de Poderes". (La Jornada).

A esos políticos, hipócritas e irresponsables,  les hizo notar que ya no es el tiempo de Felipe Calderón, ni de Fox, ni de Peña Nieto,  ni tiempo de vínculos turbios entre el gobierno de México y las agencias de Estados Unidos, como con Salinas de Gortari, ni mucho menos el entreguismo financiero de Zedillo. No hay simulación,  se combate a la delincuencia organizada y de cuello blanco, porque no hay corrupción, no hay impunidad ni existen relaciones de complicidad con nadie. Con la conciencia colectiva se podrá contrarrestar todos los ataques, guerra sucia, campañas de calumnias e intentos de manipulación que sus opositores seguirán empleando.

A los adversarios no les queda de otra,  tampoco a  sus medios de información vendidos, alquilados. Pero al mismo tiempo, se debe tener fe en la sabiduría y en la lealtad del pueblo. ¡El pueblo no traiciona! En eso se  basa el optimismo, aun cuando en política es más peligroso subestimar la fuerza de los adversarios, se sostiene que “hagan lo que hagan no regresarán al poder los oligarcas” y continuará prevaleciendo en  México una auténtica y verdadera democracia.

La polarización está abierta. Resultado de los dos México,  que coexisten desde la conquista y colonia. El México de todos o el México de unos cuantos. El cálculo determina un 80/20, lo que conlleva a que: los menos vociferen con todos sus recursos: dinero, relaciones, pantallas de televisores, celular o tabletas, periódicos, sintonicen estaciones de radio en casa, en el auto. A todos ellos se suman los pulpitos con sermones que recuerdan la Cristiada, además de las acciones jurídicas de jueces, magistrados al servicio del capital, jugando al clásico Lawfare, aplicado en Bolivia, Perú, Brasil y Argentina y que debuta en México en forma desesperada con un Tribunal Electoral y la Suprema Corte de Justicia amañadas a sus intereses.

Sociedad dividida por las prebendas de complicidades. Un 80 por ciento de desposeídos y un 20 por ciento de privilegiados. Unos movidos por el coraje de la pobreza, otros manipulados mediática-religiosa-jurídicamente.

En la Jornada, Fabiola Martínez reseñó: “El INE determinó no sancionar al PRI (y sus partidos aliados) por el presunto financiamiento ilegal de las empresas Odebrecht y OHL a las campañas de los entonces candidatos Enrique Peña Nieto y Alfredo del Mazo, al argumentar –entre otros puntos– que la Fiscalía General de la República (FGR) le negó acceso a la información del caso, aun cuando hay una orden en sentido contrario por parte del Poder Judicial. También dejó sin sanción al PRI por la llamada Operación Safiro, la triangulación de 250 millones de pesos de las arcas federales a las estatales de Chihuahua, en 2016; esos recursos que fueron a parar a empresas fantasma”. Los dos temas anteriores, y otros añejos, fueron parte de la última sesión encabezada por Lorenzo Córdova; en los hechos el INE dejó libre de culpa al partido tricolor. Y dejaron en el limbo auditorias por miles de millones de pesos. ¿En que Fideicomiso ubicarán a Cordoba y Murayama a partir de mañana? Que otra estrategia se avecina con la salida del espurio árbitro electoral colmado de corruptelas, saciado de los excesos de dispendio del gasto público y apoyado por la cúpula político-empresarial que aspira a regresar al control de una nación que ellos devastaron en lo económico, lo social y lo político.

El colmo, esta oposición trasnochadora, ahora exigió que el INE sea dirigido por alguien ajeno a Morena. Ignorando fehacientemente lo que siempre hicieron ellos, los del PRI y del PAN,  con el aplauso “comprado” del PRD. Pero la tombola, y la suerte,  le dio la razón al pueblo de México con las cuatro posiciones en pugna, que  se las arrebataron a la mancuerna PANPRI.  La Coparmex, Nacional y de Veracruz, se asustan que se atente contra la democracia, que según ellos no asuman sus  correligionarios del Va por México y las sociedades civiles creadas exprofeso para simular una democracia ciudadana maniatada al poder económico y sometida al político los intereses que permitieron los fraudes electorales, el saqueo de los recursos naturales, las reformas que privatizaron la energía petrolera y eléctrica, los sistemas de salud y educación pública, destruyeron la vivienda oficial y se desbarrancaron con fraudes inmobiliarios en la ciudad de México y las principales capitales  del resto del país.

Todos desgañitan odio y frustración, unidos al coraje e impotencia, en forma cínica y desvergonzada de los delitos electorales que cometieron durante los seis periodos neoliberales que controlaron y devastaron a la Nación. Ellos unidos ahora con los ex gobernantes expulsados del edén, legisladores de ambas cámaras de los partidos que corrompieron la falsa democracia, la que crearon para su antojo, en complicidad con los medios de comunicación propiedad de los grandes capitales nacionales, la alta jerarquía eclesiástica, jueces, magistrados, y una serie de analistas, conductores mediáticos, intelectuales orgánicos que se beneficiaron por seis sexenios de moches, prebendas, contratos, favores de todo tipo, destacando los financieros y acciones ilícitas de lavado de dinero, complicidades en tráfico de órganos, armas y trata de blanca junto a las organizaciones civiles creadas exprofeso en complicidad mediante fideicomisos y todo ello, estos delincuentes de cuello blanco en comunión con el crimen organizado.

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