Veracruz | 2022-07-05
Convivir y sobrevivir debe de ser nuestra meta aunque sea existiendo como perros y gatos, es decir, grupo contra grupo, partido contra partido, pueblo contra pueblo y país contra país, siempre buscando motivos y razones por que pelear, al extremo que, si un hombre viviera solo en el mundo, buscaría un espejo donde reflejarse y pelearse solo.
Deberás es difícil entender que sea tan problemático vivir en paz, aprender a convivir en armonía, equidad y justicia entre los seres humanos, Dios es amor y nos hizo a su imagen y semejanza, lo cual no hemos aprendido los seres humanos, en su existencia de millones de años es a vivir en paz, a convivir en esfuerzo conjunto para lograr entendernos y no destruirnos unos a otros.
Aun no conocemos bien el planeta donde vivimos, los recursos y bienes de que disponemos para vivir mejor y ser felices, pero incongruentes en contra de nosotros mismos, ya estamos intentando acabar con ellos, en forma implacable estamos contaminando los mares, quemando nuestros bosques, intoxicando el aire que respiramos, además desde el inicio de la humanidad inventando motivos como el dinero y el poder, para crear guerras cada vez más destructivas y con posibilidad de destruir a la humanidad entera.
Pero eso sí, ya estamos aplicando máximos recursos, esfuerzos y tecnología, cada quien por su lado intentando ser primero que otros en lograr las metas espaciales de descubrir un nuevo planeta, con la intención de ser el más eficaz y poderoso, estamos buscando en el universo otro planeta en donde vivir, cuando era más fácil aprender a conservar en el que vivimos ahora, preservarlo del daño que nosotros mismos le estamos causando, propiciando el desequilibrio de la naturaleza y nuestro medio ambiente.
Tragedias naturales suceden día con día, con el calentamiento global, el cambio climático, descongelamiento de glaciares y aumentos consecuentes del nivel del mar, contaminando nuestros mares y quemando bosques que son origen y subsistencia de nuestra vida, pero además provocamos guerras que exterminan millones de seres humanos, sin importar los costos que bien servirían para alimentar a la humanidad entera y lograr equilibrio, equidad y justicia, que asegure una convivencia en armonía y haga posible la supervivencia en nuestro planeta.
“Aún estamos a tiempo, aprendamos a existir”.