Veracruz | 2020-10-21 | Raúl López Gómez
En la renovación de la Transformación, se van dilucidando algunos efectos dignos del análisis, qué en política por los resultados del domingo pasado, cimbraron a todo el país. Asombrando a propios y extraños por el resurgimiento del PRI, que revivió cuando se le daba por muerto.
Todo se vio, hasta que se el periodo de comprobación, sí en el verdadero examen, que son las elecciones, se puso a prueba la realidad, y se midió el potencial de cada partido político en el momento actual.
En lo inimaginable, desde los analistas expertos de la actividad política, creen, que el presidente AMLO se concentró dándole demasiado tiempo a las críticas en contra del PAN y del México Libre, de Felipe Calderón y Margarita Zavala, incluidos los del FRENA, lo que dio como resultado la carambola en favor del PRI, que resultó beneficiado.
Y en lo cierto, el PRI debe ser o debería ser el enemigo número uno de este país, por aquellos más de noventa años de los gobiernos neoliberales, pero desde algunas instancias, además se les alimenta con los clásicos contratos millonarios, que los están reviviendo.
Pero, si el PRI, resucitó de las cenizas y ahora ya se sabe que no está muerto, y sigue vivo y coleando el dinosaurio, cuidado porque está listo y vuelve a atacar a la población, que no entiende que después de ese letargo puede venir más peligroso, ahí tienen a Porfirio Muñoz Ledo, que su principio es atacar y desconocer hasta a los que le dan de comer.
Aunque, nunca lo creyeron así, porque en el avasallante triunfo de las elecciones del domingo en Coahuila e Hidalgo, se les cayó el sistema a los de Morena y a los del PAN, y ahí están las consecuencias con tanta distracción y entrenamiento mediático. Así las cosas.
Pero las críticas no se enfocan en contra del PRI, cuando así debería de ser, porque surge de nuevo y en la recomposición del voto duro en las elecciones del 2020-2021, los de siempre estarán encantados de hacerle el caldo gordo a panistas y morenistas, esa es una realidad.
El esquema del discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador, debe cambiar y concentrarse en la realidad de un gobierno que debe enfocarse en la obra pública, la reactivación económica y en darle a su gabinete sangre nuevo de personajes que realmente puedan cambiar y salir a resolver problemas.
Los cambios deben comenzar por la secretaría de gobernación en donde se necesita a una persona joven, hombre o mujer que ejecute ordenes, que opere políticamente y que de soluciones a las verdaderas problemáticas nacionales.
Quedó demostrado que doña Olga Sánchez Cordero, es una exegeta del derecho, pero en política no ha podido con el paquete y ahora debe darse paso a quien pueda ser un interlocutor verdadero del presidente con el pueblo y todos los sectores de la población.
El cargo de secretario de gobernación, le queda bien a Ricardo Monreal o a Marcelo Ebrard, a Yeidckol Polevnsky y a la propia Tatiana Clouthier, pero debe hacerse de ya, antes que la Cuarta Transformación, que ya está haciendo agua, se hunda en un trayecto largo y que apenas comienza. Así las cosas.