| 2024-04-27
Estamos en pleno proceso electoral. Por eso escuchamos todos los días mensajes de políticos que irresponsablemente prometen incrementar los programas sociales existentes. En otras palabras, ofrecen regalar más y más dinero con tal de conseguir votos, aún a sabiendas que tales promesas son imposibles de cumplir, porque si ahora no hay fondos suficientes para pagar todos los programas vigentes, menos habrá para ampliarlos en el futuro.
Se requiere entender con claridad que el dinero que ahora se regala proviene de préstamos que tarde o temprano nos cobrarán con todo e intereses. También procede de los recortes al presupuesto en rubros vitales para el desarrollo del país. Por eso padecemos como nación un crecimiento raquítico y un incremento en el número de personas en pobreza extrema.
No solo los políticos, sino también los ciudadanos olvidamos que la obligación fundamental de cualquier gobierno es proteger la vida y la propiedad privada bien habida, impartir justicia, respetar el estado de derecho, atender adecuadamente la seguridad, la salud y la educación pública; construir la infraestructura que el país requiere para su pleno desarrollo y por si fuera poco, destinar recursos suficientes para darle mantenimiento a la que ya existe, evitando que siga deteriorándose.
Cumpliendo con lo anterior y además combatiendo a fondo la corrupción, la impunidad y la delincuencia, las autoridades merecerán la aprobación popular y se ganarán el respeto de los ciudadanos.
El partido y los gobernantes que cumplan cabalmente con esas responsabilidades ganarán de calle las siguientes elecciones gracias a sus buenos resultados, sin tener necesidad de andar repartiendo dinero para conseguir votos. Además, los gobernantes que trabajen bien y sin robar, ayudarán a poner el piso parejo para que cualquier persona que desee salir adelante pueda hacerlo mediante su propio esfuerzo, independientemente de su condición social y económica; porque dichas medidas crearán mejores oportunidades para todos.
Entendámoslo bien por favor: Ningún país sale adelante regalando dinero, porque con esas medidas populistas solo se fomenta la pereza, la ociosidad y el clientelismo electoral.
Preguntémonos concretamente: ¿Si cada vez menos personas trabajan y producen, de dónde obtendrán las autoridades suficientes recursos para dárselos a los improductivos?
Una cosa bastante noble consiste en apoyar a los verdaderamente necesitados y vulnerables, lo cual se justifica por razones humanitarias, mientras que otra cosa muy distinta es tirar el dinero público sin control alguno, dándoselo a quienes no lo merecen, ni lo necesitan.
No hay economía en el mundo que aguante tal dispendio porque además, quienes parten y reparten la bolsa del dinero se quedan con una parte del recurso por falta de controles y de transparencia.
Dicen que el mejor programa social para salir de la pobreza es el empleo y quienes lo afirman tienen toda la razón. No es posible avanzar mediante dádivas clientelares que cada vez son más difíciles de pagar, porque se necesita más dinero para dárselo a los pedigüeños y de esa manera conseguir su voto, pagándolo por adelantado.
Ojalá y se entienda este mensaje para que no nos dejemos llevar por el canto de las sirenas y recordemos siempre que el dinero que teóricamente regalan los políticos, no sale de sus bolsillos, sino de los nuestros. Si quieren seguir derrochándolo quienes nos gobiernan, tendrán que pedir más préstamos que al final deberemos pagar los ciudadanos. Así seguiremos no solo más endeudados; sino también sin medicinas, sin hospitales dignos, sin educación de calidad, sin guarderías, sin agua potable suficiente y hasta con frecuentes apagones por falta de inversión en la infraestructura que necesitamos para ser competitivos y triunfar en un mundo globalizado.
Para corregir las cosas y mejorarlas tenemos que salir todos a votar el próximo 2 de junio de manera informada, responsable y razonada. Cada quien es libre de votar por quien desee, sin dejarse presionar por nadie, actuando como buenos ciudadanos que buscamos siempre el bien y la prosperidad de nuestra patria.
¿No les parece a Ustedes?
Muchas gracias y buen fin de semana.