| 2024-07-16
Una imagen captada por el fotoperiodista Miguel Carmona retrató la noche triste del entonces gobernador por dos años de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares.
La gráfica tomada desde plaza Lerdo muestra al entonces mandatario con una mano en la cara lamentándose los resultados de esa noche, con fecha primero de julio del 2018.
Y es que pese a que hizo hasta lo imposible para que su vástago Miguel Ángel Yunes Márquez lo sucediera en Palacio de Gobierno, el patriarca del clan, esa noche con el celular en mano derecha, sufrió un doloroso descalabro por el entonces candidato morenista, Cuitláhuac García Jiménez quien descarriló su proyecto.
Parecía que el exmandatario panista había aprendido la lección, pero seis años después, en este 2024 volvió por sus fueros para ser candidato suplente al Senado y convertirse en el jefe de la campaña de facto de otro Yunes, de nombre Pepe.
Sin embargo, los Yunes todos juntos no pudieron derrotar a la abanderada morenista y partidos aliados, Rocío Nahle, quien se alzó con una victoria contundente de más de un millón de votos de diferencia sobre José Yunes Zorrilla.
Justamente han pasado poco más de 45 días de la segunda noche triste de los Yunes, la que cuentan sus biógrafos, se vivió en el Hotel Fiesta Inn de la Ciudad de Xalapa.
Y es que ese 2 de Junio, los Yunes convirtieron ese inmueble en su búnker de campaña donde estarían siguiendo el desarrollo de la elección.
A las 6:00 de la tarde Pepe Yunes salió de hotel rumbo al salón Ghall donde daría una rueda de prensa y al salir se despidió de Yunes Linares: "Ahorita regreso gobernador" (así suele llamarlo el peroteño, además de Tío Miguel).
Yunes Zorrilla salió ante los medios de comunicación para no perder percepción ante la opinión pública, pues su adversaria ya había "madrugado" cantando su triunfo. Y a pesar de haber anunciado también a las 6:00 de la tarde la conferencia, tardó 40 minutos en aparecer en escena.
El entonces abanderado del PRI-PAN-PRD aseguró que las tendencias de las encuestas de salida lo daban como ganador de la contienda, sin embargo, que iba a esperar a contar con todas las actas en la mano, para fijar un nuevo posicionamiento.
Más tarde, Pepe Yunes regresó al búnker y ahí recibió las primeras actas que provenían de su natal Perote.
Cuando las miró ya con el rostro desencajado Yunes Zorrilla soltó ante su primer círculo: "Los resultados no me están favoreciendo y esto puede tener señales de una catástrofe".
Y es que se empezó a percatar que la diferencia en votos era de dos, o incluso, de tres a uno en algunos casos.
Muy pocos se dieron cuenta en qué momento se marchó Yunes Linares, pues por ahí de las 9:00 de la noche el salón del hotel lucía semivacío.
Uno de los que pocos que se quedaron al final fue Harry Grappa Guzmán, quien en su computadora portátil buscaba un "milagro".
Lo cierto es que fue la última vez que vieron en público al exgobernador con su "sobrino", excepto en un discreto concierto musical que al salir del foro Boca días después, solo saludó brevemente a unas mujeres y se retiró con su hijo mayor.
Y se marchó, como dice la canción, pese a que había anunciado que con Pepe entrarían juntos a Palacio de Gobierno el 1 de diciembre. Esa noche el futuro de ambos quedó sentenciado.
En las charlas de café, algunos analistas y simplemente a quienes les gusta la grilla se preguntan por qué aun cuando Miguel Ángel junior, se encuentra en la situación frente a la justicia, su padre, el exgobernador ha guardado un silencio mortífero, como si fuera un bloqueo del protagonista.
También se desconoce si están emprendiendo alguna estrategia que permita salir del bache político y jurídico en el que se encuentran.
O estarán ocupados en preparar la defensa de las próximas denuncias por difamación o reparación del daño moral en torno a la "guerra sucia" que emprendieron en campaña.