Veracruz | 2021-08-12 | Maquiavelo
Pocas personas conocen el porqué de la renuncia de Fernando Gutiérrez Barrios a la Secretaría de Gobernación.
Hubo una tarde que se presentó ante el presidente Salinas de Gortari y le entregó su despido voluntario. El mandatario se mostró sorprendido y le preguntó el porqué de su salida.
La respuesta fue contundente porque no me tiene confianza y me espía. El espionaje político que siempre ha existido en los gobiernos de la mafia del poder.
Conocedor del sistema que imperaba tenía Gutiérrez Barrios una cápsula de vidrio donde se encerraba para hablar por teléfono ya que tenía pruebas de que sus llamadas eran registradas.
Ya fuera del gobierno federal, don Fernando fue secuestrado por una interminable semana por elementos de la marina nacional. Eran esos tiempos donde una renuncia se consideraba como una ofensa.
Se pagó una suma de varios millones de pesos que salieron de los bolsillos del profesor Carlos Hank González, entonces gobernador del estado de México. Eran comunes estos arreglos económicos del reciente pasado. Dineros públicos de los impuestos que daban sólo la vuelta para regresar de donde salieron.
Posible anulación de elecciones
Innumerables llamadas sobre la posible anulación de los comicios de la gubernatura de Nuevo León, donde se investigan fuertes sumas de dinero gastados en el triunfo del gobernador electo Samuel García. Se manejan negocios oscuros de la familia.
Se inflaron las tendencias para que no causara sorpresa la victoria del aspirante cobijado bajo las siglas de Movimiento Ciudadano, partido creado por el exgobernador de Veracruz Dante Delgado.
Un pequeño equívoco de persona
Dentro del anecdotario político se cuenta una historia de aquellos tiempos donde la prensa se aseguraba que era el cuarto poder.
El dueño del Diario de Xalapa don Rubén Pabello estaba molesto con un trabajador que no cumplía con su labor dentro de esa empresa periodística y quiso darle un escarmiento.
Le habló al entonces procurador de Justicia el abogado Jorge Uscanga y le pidió que lo detuvieran y le dieran un buen susto, golpeándolo como lo sabían hacer los agentes de esa dependencia estatal.
Le indicó que el personaje salía a altas horas de la noche del periódico y que era una persona de complexión delgada.
Los agentes enviados por “La Chiquita”, como era conocido el señor representante de la ley en Veracruz lo esperaron en un lugar adecuado y observaron que salía de ese lugar un hombre delgado con las características que les habían ordenado y se apresuraron a detenerlo, lo llevaron a un lugar que tenían donde le dieron una buena maltratada física y le quitaron el Rolex de oro que portaba.
Al otro día recibió una urgente llamada el señor procurador estatal del irritado dueño del diario, muy molesto porque la persona que habían detenido y golpeado era su hijo Saúl y que le habían robado su reloj.
Para compensar su equívoco el paisano de los brujos de Catemaco, Uscanga Escobar, quien había sido alcalde de la ciudad de Xalapa y dos veces diputado federal y amplio conocedor de la política a nivel nacional, tuvo que regresar dos relojes de la misma marca que se distingue por ser muy cara, para tranquilizar al enojado dueño del principal órgano informativo impreso de la ciudad capital.
Jorge Uscanga fue coordinador estatal de la campaña presidencial en Veracruz de José Antonio Meade. Amigo de Esteban Moctezuma actual embajador de México en los EE.UU.