Veracruz | 2020-04-30 | Raymundo Jiménez
A Guadalupe Argüelles Lozano, quien hasta este miércoles se desempeñó como secretaria del Trabajo, Previsión Social y Productividad, le dieron a ella y a su familia un trato extraordinario en el Gobierno del Estado, al que no fue recíproca.
Primero le toleraron que quisiera nombrar a su hija Quetzalli Cárdenas Argüelles como jefa del Departamento Jurídico y de Amparos en la Secretaría a su cargo. Pero ante la lluvia de críticas por su nepotismo, tuvo que recular y dejar que la acomodaran en otra área gubernamental.
Luego, en enero de 2019, por la presión de la nueva administración del gobernador Cuitláhuac García, el entonces fiscal Jorge Winckler se vio obligado a ejecutar la orden de aprehensión en contra del exdiputado local del PVEM, Manuel Francisco Martínez, por el presunto secuestro de Gonzalo Vicencio Flores, esposo de Argüelles, que en 2017, cuando fue candidato de MORENA a la alcaldía de Chicontepec, fue “levantado” y golpeado por sujetos armados presuntamente al servicio del exlegislador.
Y es que un año antes, en enero del 2018, durante la comparecencia ante el Congreso local de Winckler, Gonzalo Vicencio irrumpió para acusar al fiscal yunista de encubrir al entonces diputado del PVEM, padre del actual alcalde de Chicontepec, Pedro Adrián Martínez Estrada, quien hace tres años le ganó la elección municipal como candidato de la alianza PAN-PRD al esposo de la exsecretaria del Trabajo.
Por esta valiente lucha de los Vicencio Argüelles en contra del cacicazgo de Manuel Francisco es que el mandatario veracruzano había tenido bastantes consideraciones hacia su excolaboradora y familiares.
Sin embargo, ahora que está en marcha el proceso de renovación de la dirigencia estatal de MORENA –para cuyo liderazgo se ha perfilado al ex jefe de la
Oficina del Gobernador, Esteban Ramírez Zepeta–, uno de los principales opositores es Gonzalo Vicencio, actual secretario general que quiere también presidir el partido lopezobradorista, y quien a mediados de enero ya había intentado dar un albazo al convocar a un Consejo Político con la intención de apropiarse de las carteras que estaban pendientes, según acusó el consejero porteño David Alfaro Campos.
Hace un mes, a finales de marzo, el dirigente nacional interino Alfonso Ramírez Cuéllar, previo presunto acuerdo con el gobernador García Jiménez, vino a Xalapa a darle posesión a Ramírez Zepeta como presidente de la Comisión Estatal Interina, y ante las protestas de algunos consejeros el diputado federal tuvo que puntualizar que “tampoco vayamos a rasgarnos las vestiduras por una comisión que tiene funciones muy limitadas”.
Por eso tampoco parece ser casual que tras la renuncia de Argüelles por el escándalo de su hijo Efrén Rogelio Cárdenas Argüelles –detenido en Chicontepec con droga y alcohol en un vehículo oficial de la dependencia estatal a cargo de su madre–, el mandatario veracruzano haya designado provisionalmente en la Secretaría del Trabajo a Diana Estela Aróstegui Carballo, su Consejera Jurídica de Derechos Ciudadanos y excompañera de Ramírez Zepeta en la Oficina del Gobernador.