Veracruz | 2021-12-06 | Silverio Quevedo
A poco más de una semana de la detención de Tito Delfín Cano, aspirante a la dirigencia estatal del PAN en Veracruz, los Yunes ya sacaron a relucir su verdadero plan de apropiarse del Comité Directivo Estatal del partido, a través de quien ha sido hasta ahora su más fiel “alfil”, Indira Rosales Sanromán, quien, para cumplir los ambiciosos planes de la familia del Estero, abandonó el Senado y le regaló la posición a Morena.
Este mismo fin de semana, se le observó al propio Miguel Ángel Yunes Márquez, fallido candidato a la gubernatura del estado y a la alcaldía porteña, encabezar un acto de campaña -a nombre de Tito Delfín- con militantes del partido en el municipio de Naolinco.
En el evento, Yunes Márquez, -quien no había aparecido en ningún acto de campaña de Delfín desde que arrancó la contienda interna- se adueñó del micrófono para pedir a los militantes el voto a favor de la fórmula que integra Indira Rosales Sanromán.
De esa manera el clan garantizaría ser el dueño del partido, previo al siguiente proceso electoral de 2024, en el que los personajes citados pretenden nuevamente apoderarse de todas las candidaturas para repartirlas entre la familia y los amigos y dejar fuera a los verdaderos militantes del PAN, como ha sido sistemáticamente señalado por valientes simpatizantes azules.
Y es que desde un inicio este fue el verdadero plan de los Yunes: simular una alianza con Tito Delfín Cano y al mismo tiempo provocar una ruptura entre él y el grupo de Joaquín Guzmán Avilés.
Una vez nombrándolo su candidato a la dirigencia estatal, lo traicionarían, reviviendo la carpeta de investigación que Miguel Ángel Yunes Linares le abrió en 2017 –cuando era gobernador- por el presunto delito de desvío de recursos.
Una vez que se deshicieron del enemigo encarcelándolo, ahora sí salieron de la cloaca y encabezan ellos mismos los actos de campaña, vistiéndose de víctimas, como un acto de desesperación, pues cabe mencionar que los Yunes están perdiendo fuerza en el Comité Ejecutivo Nacional.
De hecho, este sábado Marko Cortés nombró las diferentes comisiones del partido, en el que los Yunes no alcanzaron ninguna posición.
Pero además, a estas alturas del partido nadie debe descartar que, fiel a sus costumbres, los del Estero traicionen a los que ahora son sus principales aliados en la lucha por la dirigencia. Dígase Pepe Mancha y Enrique Cambranis, quienes viendo lo que le hicieron a Tito, deberían poner sus barbas a remojar.
Y como ejemplos de sus desleales acciones, hay que recordar sus pactos oscuros con Javier Duarte de Ochoa -quien con dinero del gobierno estatal patrocinó la campaña mediática de Fernando Yunes al senado-, así como su alianza temporal con la lideresa magisterial, Elba Esther Gordillo.
A ambos los traicionaron, como lo hicieron hace poco más de 20 años con quien les abrió las puertas del panismo veracruzano, Alejandro “El Pipo” Vázquez Cuevas, a quien expulsaron del partido para adueñarse de sus siglas y de la voluntad de muchos militantes que por unos cuantos pesos vendieron su dignidad.
MUY EN CORTO
TITO DELFIN, EL MÁS CORRUPTO DE TIERRA BLANCA. Aquello de que “nadie es profeta en su tierra” aplica muy puntual para el panista en desgracia, Tito “N”, exalcalde de Tierra Blanca, que fue sentenciado a seis meses de prisión preventiva por los delitos de abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legar y fraude.
Y es que el panista que busca la dirigencia estatal de su partido a pesar de tener sendas denuncias, que por cierto fueron realizadas por el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares cuando no era su aliado político, no ha encontrado eco en el municipio que gobernó del 2011 al 2013. Sin duda, un “detalle” que llama la atención porque incluso hubo diputados federales que protestaron por la aprehensión del exedil a quien llaman ahora “preso político”.
Así pues habrá quien diga que los panistas terrablanquenses andan de capa caída a raíz de que perdieron la presidencia municipal en Junio pasado a manos de Morena luego de tres periodos consecutivos de gobiernos azules. Y aunque el “horno no está bollos” sorprende que el PAN municipal haya convocado a una marcha para exigir la liberación de Tito “N” y la convocatoria haya fracasado.
Sin duda, de entrada se puede interpretar que no fue de los mejores alcaldes que tuvo la ciudad conocida como “La Novia del Sol”. Por eso no hay quien le haga el caldo gordo a Tito, menos se le respalde en estos momentos que enfrenta a la justicia.
Una prueba se expone en una entrevista que tuvo en su Portal Cuenqueño el profesor Octavio Bravo con el representante de un grupo ciudadano que en su momento hizo las denuncias y que tienen catalogado a Tito “N” como el alcalde más corrupto que ha tenido Tierra Blanca.
Los hechos tienen que ver con Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales inexistentes que solo sirvieron para endeudar con 70 millones de pesos al ayuntamiento y que con paso del tiempo con los intereses se hicieron casi 100 millones de pesos que han tenido que ir pagando los ciudadanos con sus impuestos.
“Antes de defender a una persona indiciada les decimos a quienes lo defienden que visiten Tierra Blanca para que sepan cual es el daño real que dejó este señor”, señalan en parte de la entrevista.
Condenan que además de la “herencia” al erario público hay repudio porque el tema del agua en el municipio es real y una consecuencia son las enfermedades renales en donde hay un repunte a nivel nacional desde hace varios años.
Ello viene a colación porque ayer domingo fueron los panistas de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, quienes realizaron una concentración pacífica con veladoras para pedir por la liberación del político cuenqueño. Nadie se ha muerto, expresaron otros.
Sin duda, ignoran el desdén que sus paisanos tienen contra de su ex presidente municipal por las tropelías cometidas en el pasado. Y lo quiere validar en una tierra donde no tiene arraigo alguno.