Veracruz | 2020-11-08 | Domi Ruiz Velázquez
Para cualquier persona resulta muy difícil y angustioso aceptar que existen denuncias en su contra y que hay órdenes de aprehensión que pueden detenerlo en cualquier momento y vivir con esa terrible incertidumbre. Si esto ocurre con un ciudadano se imaginan el shock nervioso para un funcionario que es un personaje público, conocido por mucha gente y jefe de muchas personas.
El expresidente Peña Nieto se dice que esta apanicado y con un miedo atroz. Que son varios miembros de su gabinete ya fueron detenidos y que su mano derecha, Luis Videgaray, ya buscó refugio en otro país donde no exista tratado de extradición.
La gente que vive a su lado, su familia y amigos como lo van a tratar si ya es considerado como un delincuente común y corriente.
Hasta el colmo que su examigo, el presidiario Javier Duarte, lo quiere acusar. Le dio 5 mil millones y lo encerraron, no se vale.
Nuevas leyes sobre la libertad de expresión
Un tema que está de moda es sobre la libertad de expresión que existe en México. Estaba en la ley de 2006, donde el secreto profesional de no revelar la fuente era un derecho de los periodistas a no decir quien fue él quien le proporcionó la información que daba a conocer.
En este año surgió una nueva ley que dispone un código de ética y de estatutos de redacción como una declaración de buenas intenciones que obliga al redactor a una conspicua ley por el bien comunitario.
El próximo desafío de AMLO
El presidente López Obrador suele citar en sus discursos la famosa frase de Ortega y Gasset “Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella, no me salvaré yo”. Dentro de esa perspectiva el tabasqueño surge como un líder, para definir su trayectoria y dejar un legado de 40 años como activista rebelde que en este próximo año será sometido a la prueba de fuego por los próximos comicios intermedios electorales.
La novela que escribió Emilio Lozoya
Todo el embrollo que se armara con la captura de Emilio Lozoya exdirector de Pemex se empieza a desmoronar por que los abogados de la empresa brasileña Odebrecht desconocen el destino que se diera a los millones de dólares pagados como sobornos para apoyar al candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto y que lo recuperarían con contratos a modo cuando llegara a la presidencia de México.
Lozoya asegura que sí les informó que ese dinero sería para la campaña y para pagar a legisladores que aprobaran la Reforma Energética.
También menciona el exfuncionario mexicano que estuvieron involucrados funcionarios de Felipe Calderón al grado que hasta tuvieron una sesión de la empresa brasileña en la sede presidencial.
El exdirector de Pemex exigió un pago de 5 millones de dólares, para él, por haber posicionado a Odebrecht en Veracruz. Es la planta Etileno XXI donde se salpicaron personajes de Coatzacoalcos.
No se sabe por el momento quien dice la verdad y cuál sería el arreglo secreto de Lozoya para evitar ir a la cárcel con la formalidad de un testigo protegido.
Los depósitos se hacían en una cuenta bancaria que tenía Lozoya en Suiza. Cómo se repartía el billete y el porque se acusa al exsecretario de Hacienda Luis Videgaray de traición a la patria.
Ningún novelista de ciencia ficción podría haber desarrollado esta complicada trama cuyo final no se sabe si será feliz o desgraciado cuando estén encerrados en una fría celda.