| 2025-06-23
La otra guerra la de la Universidad Veracruzana, la más pesada en toda su historia con un rector actuando como porro y una Junta de Gobierno, haciendo apología del delito, y lo peor aún, actuando como delincuentes al ir en contra de toda la comunidad universitaria, y los tres poderes del gobierno estatal.
La peor época a lo largo de la historia de altibajos en la UV, pero nunca tan graves y delicados como los que ha propiciado Martín Gerardo Aguilar Sánchez, como un rector que pretende secuestrar el destino de toda la comunidad universitaria y que bajo amenazas del estilo de la "cosa nostra´, o mejor dicho la cosa nuestra, utiliza la sumisión del sindicato de personal académico FESAPAUV, para sus negros y perversos fines al grado de que los maestros de la UV, ya culpan a "martinpillo" de un severo daño en la salud del dirigente Enrique "Papo" Levet Gorozpe, al borde del infarto por estar sometido a las exigencias del rector y la Junta de Gobierno.
Actuando como un grupo delincuencial, que se adueña del destino y futuro de la UV.
Pero, que se desarticula de forma natural ante el embate de la justicia, que estará por entrar a meter orden a quienes se sienten ajenos a respetar la legalidad del alma mater.
Las pifias, errores, triquiñuelas y simulación para engañar y torcer la legalidad en el grupo en el "poder" del rector y la famosa Junta de Gobierno, herencia de Cuitláhuac García, está plagada de personajes que se mimetizan como delincuentes para amedrentar, amenazar y ofender a la comunidad universitaria, y que no se ruborizan al violar la ley, para engañar y pretender de muchas formas alcanzar sus fines imposibles ante la horrorizada población de estudiantes, maestros, trabajadores, padres de familia y de las propias autoridades del gobierno estatal.
Está mal visto su proceder pero están obstinados en no respetar la legalidad como lo ha pedido la gobernadora Rocío Nahle, en respeto a la autonomía de la UV y de toda la comunidad universitaria.
Pero, lo más grave es que como autoridades universitarias no han demostrado capacidad, sensibilidad o el mínimo de sentido común, para mostrar cordura en la operación de la UV, poniendo en peligro la vida de estudiantes y trabajadores con las lluvias como sucedió el viernes en Xalapa en que no se tomaron las acciones para suspender las actividades por el mal tiempo.
Y es que, la distracción en estar ocupados en quedar otro periodo más al frente de la rectoría de la UV con una Junta de Gobierno, inviable, pone a la comunidad universitaria y a las autoridades del gobierno estatal en una alerta máxima innecesaria, por la mala actitud de unos cuantos personajes que poco pueden hacer para perpetuarse en el dominio y control de la máxima casa de estudios en la entidad veracruzana.
Y es que los expertos, dicen que lo que mal comienza, mal acaba y seguramente el trasfondo de la reelección disfrazada en prórroga de un periodo más en la rectoría con el respaldo de la Junta de Gobierno, es una afrenta grave que une a la comunidad universitaria en contra de sus perversas intenciones de terminar o afectar al prestigio de la Universidad Veracruzana, y que su lema de ciencia, arte y luz, simplemente no quieren respetar.
Y por su negativo proceder se les conoce en sus malas intenciones que afectan a estudiantes, maestros y el personal de una institución que este año está cumpliendo el ochenta aniversario de su fundación, y un osado grupo de facinerosos, afectan a lo que debe ser toda una orgullosa celebración.
Y todo porque el rector Martín Aguilar, se pretende perpetuar un período más en el poder que ven como botín y no como la oportunidad de servir a la entidad con el desarrollo de la educación de superior en la entidad, indispensable como lo ha propuesto la gobernadora Rocío Nahle, de la necesidad de ampliar la matrícula y crear nuevas carreras acordes a las necesidades actuales de la industria, la empresa, el comercio y el desarrollo de las energías limpias, en la eta digital y el campo para la producción agropecuaria con una visión de sustentabilidad.
Y dejar de impulsar a una universidad pública elitista, clasista y con autoridades universitarias deshonestas que por una ambición de grupo, rompieron el principio de no proselitismo político en la UV, al obligar al personal a apoyar a Pepe Yunes en el pasado proceso electoral del gobierno estatal, por estar en contra de la entonces candidata Rocío Nahle. Andale. Así las cosas.