‘La batalla aún no termina’ 

Veracruz | 2020-11-29 | Agustín Gálvez

Muchas veces en un combate vamos sintiendo que estamos tomando el control del mismo, vamos sintiéndonos confiados y hay veces que hasta en exceso, de tal manera que hasta bajamos la guardia y cuando menos lo esperamos, recibimos un certero golpe que puede cambiar totalmente las condiciones del combate

Incluso, podemos llegar a perder dicha pelea, pues así nos pasa o nos puede pasar en la mayoría de las cosas, sentimos que tenemos el control de todo, sin pensar que en cualquier momento podemos recibir certero golpe que cambie totalmente el sentido de nuestra vida. 

Por ejemplo, todos teníamos una vida rutinaria y común, hasta antes de la aparición de esta famosa pandemia, la cual, no solo cambio el destino de las personas, sino que cambio el destino de las naciones, es decir, del mundo entero, la economía, la salud y hasta la vida y la muerte. 

El mío, no es un caso aislado, soy uno mas de los millones de personas a la que el destino les cambio el camino, me vi afectado en los centros en donde daba clases de lima lama, que hasta el día de hoy, seguimos sin poder reactivarnos en estas actividades. 

Mi esposa tampoco ha podido dar sus clases de regularización que daba y mi hija también perdió a todos los alumnos de su entrenamiento que también impartía clases de lima lama. 

Y aunque en un momento, estábamos decididos a reaperturar nuestras clases, muy a pesar de que nos cuidábamos lo más posible, no salíamos mas que a las actividades realmente esenciales, el resto del tiempo en casa, una necesidad extraordinaria nos obligo a tener que estar asistiendo a cuidar a un enfermo en las instalaciones de un hospital, en donde se trato de guardar de la mejor manera posible, todas las medidas de seguridad. 

Pero al paso de los días, terminamos contagiados esta terrible enfermedad conocida como Covid-19, y aunque yo a pesar de estar infectado, estoy casi asintomático, mi esposa no tuvo la misma suerte que yo, ella poco a poco fue deteriorando su salud, y hoy tristemente esta librando esta batalla internada en un hospital en donde la declaran como muy grave.  

Por ello con profunda tristeza y dolor en mi corazón les digo, esta pandemia no ha terminado, no nos confiemos, por que si aun tratando de guardar todas las medidas de seguridad esta tremenda enfermedad se cuela entre nuestros hogares, pues cuando estamos confiados y con la guardia baja, con mas razón, ayer mismo nos enteramos del deceso de la esposa de un compañero de profesión, muy conocido nuestro y buen amigo, quien trato de cuidar y proteger lo mas posible a su familia y yo también con mi esposa quien lucha arduamente por alcanzar nuevamente su salud, en un nosocomio y con el alma y el corazón partidos en esta amarga experiencia en que nos toca vivir y luchar y en donde no nos queda otra mas que orar y esperar.  

Pero cuando veo por las calles tantas personas sin cubrebocas, peor aún, antros llenos de personas bailando y divirtiéndose de forma despreocupada y sin ninguna responsabilidad de cuidarse y de cuidar a sus familias, familias enteras en playas y centros de diversión, quienes creen que por solo usar un poco de gel en las manos ya con eso quedaran protegidos de este virus y parques y canchitas de los barrios y las colonias llenos de niños y jóvenes, quienes se supone no van a las clases académicas de manera presencial por miedo al contagio y como mencione , parques y canchitas llenos de jóvenes e incluso niños jugando sin ninguna medida de protección, ni distanciamiento, no debemos confiarnos ni tomar a la ligera todos los consejos y recomendaciones que nos hacen, especialmente si estos vienen de personas, que como nosotros ya estamos o hemos vivido estas amargas experiencias, quienes con dolor y tristeza te podemos decir, verdaderamente cuídate y cuida a tu familia, para que algún día podamos superar esta terrible pandemia por la que estamos atravesando. 

La batalla no ha terminado aún, tenemos que mantenernos de pie y con la mejor actitud a pesar de las adversidades, hasta que suene la última campanada. 

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