Veracruz | 2021-09-22 | Raúl López Gómez
La alabanza en boca propia es vituperio, es el viejo adagio en el que cae el abogado chiapaneco Javier Coello Trejo, al ponerse en lo más alto del pináculo de la justicia de este país, cuando habla de amor a la patria “sin falsos patriotismo” y ahora dice que debe dejar algo a sus hijos y sus nietos, justificación de su libro “El Fiscal de Hierro, Memorias”, en donde dice que detalla sus años como funcionario público y cruzó el pantano sin mancharse, pero eso lo dice él, asegurando que tiene pruebas de sus dichos, cuando se muestra más que un abogado, en una respetable función de “policía”, que lamentablemente ofende a los del gremio por el uso del calificativo “Cabrón o Cabrones” en varias ocasiones.
El noticiero del periodista Ciro Gómez Leyva, fue el foro de la presentación de dicho libro en los clásicos espaldarazos a los cuates al estar su colega conductor Manuel Feregrino en el apoyo en lo que se dijo de la edición del libro del abogado Coello.
Los aspectos del “yo, yo, yo, yo, son interminables, en un claro “yoyismo” egocéntrico y megalómanos de esos personajes que sus historias rayan en el mito y hasta lo rebasan.
“Yo metí a la cárcel con mi equipo a muchos narcotraficantes, recibí muchas veces que me quisieron comprar, pero yo entiendo que, para poder combatir a la mafia, a la delincuencia hay que entender a la delincuencia y cuáles son sus reglas.
Entre sus dichos, habló falsamente del veracruzano Ignacio Morales Lechuga, quien asumió la titularidad de la PGR ante la salida de Enrique Alvarez del Castillo de la titularidad y lo relevó de su cargo de subprocurador, por las muchas contras en su contra.
Da de un supuesto hecho inédito de su hijo en donde, dice que Amado Carrillo le avisó del secuestro.
En los dichos y datos de los personajes muertos como “testigos” de sus historias también se nombra al obispo de San Cristóbal, don Samuel Ruiz, a quien dice le dio una “bofetada” y acusó del levantamiento del movimiento zapatista registrado aquel uno de enero de 1994, un año del inicio de la lucha electoral por la presidencia del país con Luis Donaldo Colosio y la entrada en vigor del TLC en aquellos años de la solidaridad con el presidente Carlos Salinas.
Dice de la “La famosa Teoría de la Liberación, cuando es “Teología de la Liberación” en aquellos años de don Samuel Ruiz en San Cristóbal de las Casas en Chiapas, y don Arturo Lona, Obispo en la Diócesis de Tehuantepec.
Habla mal de Manuel Camacho Solís y de Jorge Carpizo, a quien culpa de situaciones que dice puede probar, pero los difuntos ya no se pueden defender.
Pide: “O el gobierno da un manotazo y pone fin a esto, o el que llegue en el 24-25, no va a poder controlar este país”. entre otras frases discordantes y fuera de tono, también de la realidad, afirma: “que la lucha en contra del crimen ahora se abandonó”.
Los que ahora hablan por la sangre de las heridas incurables del abogado Coello Trejo, que seguramente tendrá que seguir en la litigada, porque al parecer su novela de ficción, no tendrá éxito.
Aunque se pretenda hacer ruido con las falsas posturas mediáticas y el anuncio de una próxima presentación con sus aliados periodistas detractores de la Cuarta Transformación de AMLO.
Seguirán respirando por sus heridas por la sequía presupuestal y también porque el abogado Coello Trejo, olvida que es el defensor de delincuentes de cuello blanco muy conocidos, que le abonan jugosas ganancias y sin mucho problema.
Manuel Feregrino, periodista conductor del noticiero con Ciro Gómez Leyva, y escritor aliado de Javier Coello Trejo en ese libro, se lanzó también en una crítica despiadada en contra del gobierno de AMLO: testimonios hay por todo el país a los esfuerzos descoordinados de la federación de no actuar a los grupos delincuenciales abiertos. Y esto tendrá una consecuencia.
Y lanza una profecía de que Monreal, Sheinbaum o Ricardo Anaya, -de llegar a la presidencia-- tendrán serios problemas. Como si fuera una profecía o amenaza.
Estos “expertos de la seguridad” recomiendan: ajuste a la no estrategia planteada por este gobierno, los balazos si funcionan, que mantienen el orden.
Agrega: el abogado Coello Trejo, “con el riesgo que los americanos determinen que el narcotráfico es terrorismo, y vayan a empezar a hacer incursiones en México.
Recordó a Noriega en Panamá, - el consentido de EU en aquel tiempo- estamos en el 2021 y destaca que, la lucha en contra del crimen se abandonó, a lo que considera debe ser una guerra.
Que antes en México no había narcomenudeo, son frases de la retórica falaz increíble, en lo que se comentó con el periodista Ciro Gómez Leyva, excelente para poner el dedo en las heridas a las historias que hacen crecer el “rating”, aunque sea parte de su estilo natural de siempre.
Dice Coello, que con Zedillo se comenzó a descomponer. El lenguaje obsceno, amarillista y sensacionalista es parte más de una novela con falta de un estilo que unas memorias, en donde el autor se pone de Súper héroe, olvidando que fue cesado de la subprocuraduría de lucha en contra del narcotráfico en tiempos del entonces presidente Carlos Salinas, siendo sustituido por Jorge Carrillo Olea y en la titularidad de la PGR el veracruzano Ignacio Morales Lechuga.
IML, tiene los mayores records de su incólume actuación de servidor público en su positiva labor de Procurador de Justicia en la Ciudad de México con el abatimiento de robos de autos y asaltos bancarios, y después en la PGR con los mayores decomisos de drogas y de detenciones de los personajes del crimen. (algo que nunca le perdonó el abogado Coello Trejo al abogado Nacho Morales)
La historia no la cambian los que escriben autobiografías, sino aquellos datos de los anales oficiales de los escritos certificados en juzgados y fiscalías, periódicos y en los libros importantes como los de la escritora Anabel Hernández, en donde, desde su óptica ve la labor de Coello Trejo en una total diferencia abismal de los dichos del abogado chiapaneco, y concede de mucho respeto y reconocimiento al abogado veracruzano Ignacio Morales Lechuga, a quien da un real trato y objetivo.
El licenciado Ignacio Rey Morales Lechuga, tiene una carrera muy distante de éxito y de reconocimientos en su vida personal y profesional como egresado de la Escuela Libre de Derecho, Notario Público en la Ciudad de México, subsecretario y secretario de gobierno en el estado de Veracruz en tiempos del entonces gobernador Agustín Acosta Lagunes.
Primer coordinador del Consejo Nacional de Seguridad Pública al final del mandato del presidente Miguel de la Madrid.
Después con el presidente Carlos Salinas, fue titular de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal y de la Procuraduría Federal de la República, para cerrar ese ciclo como embajador de México en Francia, país del que recibió la Condecoración Oficial de la Legión de Honor por el apoyo a la defensa del caso de Florence Cassez y los servicios otorgados en muchos casos.
Es doctorado honoris causa por la Universidad Autónoma de Nuevo León y reconocido como el mejor notario público de la ciudad de México, además de analista, escritor y un influencer de las redes sociales con miles de seguidores.
Además, de ser parte de los expertos que en materia de legalidad y seguridad es abordado como comentarista y articulista en importante en medios de comunicación en el país, con una trayectoria personal y profesional impecable que se ha mantenido muy firme en la defensa del Estado de Derecho y el único que, como titular de la PGR, logró la extradición del doctor Humberto Alvarez Machín, detenido en el país ilegalmente y llevado a Estados Unidos.
Recientemente Morales Lechuga, fue el primer experto en materia de derecho en denunciar las violaciones al debido proceso y las violaciones de los derechos humanos en Estados Unidos en contra del genera Salvador Cienfuegos, exsecretario de la defensa nacional, traído a México, por desvanecimientos de pruebas. Honor a quien honor merece.
Y otra cosa Nacho Morales, jamás habla mal de los difuntos, que ya no se pueden defender. Y por cierto, no ha escrito sus memorias o autobiografía, porque los caballeros no tienen memoria.
La base científica del periodismo de investigación, es ir a los expedientes, esa es la principal regla a observar, para dar cuenta de la realidad de los dichos y hechos. Así las cosas.