Veracruz | 2024-11-08
Seguramente habrá noticias buenas, pero en los últimos días el Hospital General de Zona número 36 en Coatzacoalcos, perteneciente al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), sigue siendo noticia, y no precisamente por buenas razones.
El pasado 5 de noviembre, en uno de los registros, se observó una intermitencia en el suministro eléctrico que afectó el suministro de energía en varias áreas del hospital.
La luz se fue por más de una hora y 15 minutos, lo que provocó pánico entre algunos pacientes y familiares en áreas cruciales de atención.
Aunque las autoridades aseguran que no hubo necesidad de trasladar a pacientes a otros hospitales, el pánico y la angustia causados en pacientes y familiares son difíciles de medir. ¿Qué habría sucedido si la situación hubiera sido más crítica? ¿Qué pasaría si no hubiera habido reserva de energía para los equipos de apoyo ventilatorio?
La falta de energía es un problema recurrente en este hospital. Bien valdría la pena que los responsables realizaran una auditoría técnica para detectar qué está provocando la ausencia de electricidad.
Pero la falta de energía no es el único problema. La inundación en el área de Fisiatría, debido a problemas de drenaje, es otro ejemplo de la falta de mantenimiento y recursos en nuestro sistema de salud.
La rehabilitación de pacientes se ve retrasada por la falta de condiciones adecuadas para la atención médica. Estos problemas no son aislados; son síntomas de una crisis más amplia que afecta a todo el sistema de salud en México. La falta de inversión, la corrupción y la ineficiencia han llevado a una situación en la que la atención médica se ha convertido en un lujo para muchos mexicanos. Algo tiene que cambiar; de lo contrario, usted seguirá viendo abarrotadas las farmacias y consultorios del Doctor Simi.
Hay quienes aseguran que ya es urgente lanzar una alerta de búsqueda por el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez.
En los últimos meses, salvo algún evento en el que se le vio, el ex catedrático de la Universidad Veracruzana ha reducido al mínimo sus apariciones públicas y contacto con los medios de comunicación.
Solía convocar a conferencias de prensa de dos a tres veces por semana en el Palacio de Gobierno para intentar hablar de algún tema "caliente" en la agenda pública.
Ahora aparece en "ambientes controlados", como ayer que aparecía para premiar a las mejores representaciones participantes del Desfile de Catrinas y la Muestra de Altares Mágico Veracruz. El show es lo que le encanta.
Muchos aseguran que su "desaparición" mediática tiene que ver con la recomendación de que "callado se ve más bonito". Y es que precisamente el tema discursivo no es su fuerte... bueno, casi ninguno, salvo la bailada.
Hace unos días, se viralizó un video en el que intentó explicar el significado de la palabra "inclusión". La repetición caótica de la palabra "todas" fue suficiente para causar hilaridad, y algunos medios nacionales retomaron al "Cantinflas" jarocho.
Como pocos, Cuitláhuac García ha desgastado la investidura de gobernador, y ahora se busca que se despida desde el anonimato, aunque aún falta su último informe de gobierno.
Por cierto, donde estuvo ausente y, para muchos, incurrió en una grave descortesía, fue en la instalación de la nueva legislatura del Congreso de Veracruz.
Quizá algún asesor le recomendó no encontrarse con miembros de la oposición que seguramente le recriminarían el desastroso estado en el que deja a Veracruz. Pero no solo del lado opositor; dentro de Morena también encontraría reclamos. Cuitláhuac tuvo la "gran habilidad" de crear muchos enemigos sin motivo alguno.
Su trato grosero hacia algunos morenistas del estado, que ahora son diputados locales y uno que otro con un cargo relevante, podrían ponerle la bota en el cuello en un futuro inmediato. Al tiempo.
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