Veracruz | 2020-10-22 | Cecilio García Cruz
El título de este artículo no se relaciona con vientos huracanados acompañados de tormentas, ni hace alusión a algún político todopoderoso de la vida nacional.
Quizá el nombre de este Ciclón del Sureste no sea identificado de inmediato por ser simplemente Francisco José Hernández Mandujano.
Pero su ingenio musical sigue vigente haciendo bailar, vibrar y delirar al más tímido, al más culto, al más tullido, con temas cotidianos ocurrentes que difunden la idiosincrasia de los barrios mexicanos.
Nos referimos a quien en vida llevó el nombre artístico derivado de los hipocorísticosusados en el español hablado en Tabasco: “Chico”, por Francisco, y “Che”, por José.
Varios expresidentes de la República (amenazados por la 4T para llevarlos a la Corte), incluyendo a López Obrador, “movieron el bote” en su juventud con ese ritmo pegajoso, gracioso y hechicero que cruzó las fronteras hasta llegar a Las Vegas.
El verdadero Ciclón del Sureste, con su enorme carisma y don de mando, integró el grupo musical “La Crisis”, con un estilacho tropical único que con el tiempo formó parte del legado musical de México al mundo.
De cuna humilde, se convirtió en un ídolo de masas de los años setentas y ochentas, con ese ritmo algarero y chusco que cautivó a millones de seguidores. Solo Rigo Tovar, el de “Mi matamoros querido”, fue su “rival” en popularidad, por lo que fue considerado el padre de la música grupera y tropical.
Los éxitos musicales más impactantes de Chico Che, parecen haberse escrito con dedicatoria especial para algunos personajes políticos. Y mire porqué.
Angélica Rivera, exesposa de Enrique Peña Nieto: ¿Quién Pompo?, por el tema escandaloso de la existencia de La Casa Blanca, un lujoso domicilio en Lomas de Chapultepec valuado en 86 millones de pesos propiedad del entonces presidente. La Primera Dama fue aconsejada a dar la cara, sin embargo la descarada corrupción dio la puntilla a la credibilidad del gobierno de Peña Nieto. Chico Che, escribió:
Quien la ve con su cara tan hermosa/ quien la ve destrozando corazones/ quien la ve cuando partiendo plaza/ se alborota y le tienen que gritar/ ¿Quién Pompo?/ ¿Quién Pompo?/ Quien pompochapatitos, quien pompo?
A Bill Clinton le dedicó Macorina Pom Pom, por la atractiva becaria Mónica Lewinsky, una activista estadounidense que laboró en la Casa Blanca. El presidente admitió haber tenido una “relación inapropiada”. La letra dice:
Macorina Pon Pon/ Macorina ponme la mano aquí/ Macorina pon pon/ Macorina ponme la mano aquí/ Macorina ven y pon/ Macorina ven y pon/ Macorina pon pon pon/ Macorina ponme la mano la mano aquí.
Sin pensarlo, a López Obrador,uno de los mandatarios con mayor índice de aprobación en la tierra, le escribió ¡Uy qué miedo! para liberar dramatismo o señalar que alguien está exagerando o mintiendo. Su arreglo musical destaca:
Que el dólar va para arriba/ y el peso sigue bajando/ uy qué miedo, mira como estoy temblando. La canasta va pa’arriba y mi peligro que bajando; uy qué miedo, mira como tiemblo, que bailar casi no puedo.
A Manuel Huerta Ladrón de Guevara, Superdelegado Federal de Bienestar en Veracruz, a quien responsabilizan de ultraje y violación de mujeres, Los nenes con los nenes. Parte del arreglo musical puntualiza:
Mamita a mí me dijo/ No juegues con las nenas/ Porque pierdes tu tiempo/ Y no vale la pena/ Por eso yo he pensado/ En esta nochebuena/ Los nenes con los nenes/ Las nenas con las nenas.
No podía faltar Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud. Hombre polémico, poderoso y enamorado que goza del apapacho presidencial y dueño de sus propios datos acerca de las políticas sanitarias de la Cuatroté. A él Chico Che le escribió De Quen Chon. La letra dice:
De quen chon/ Esos ojos que miran bonito/ De quen chon/ Esas manos que me acarician/ De quen Chon/ Los piecitos que bailan mi ritmo/ De quen chon/ Los detalles que me gustan más.
Chico Che, el dueño de su inseparable overol, nació en Azcapotzalco-CDMX pero siempre sostuvo ser nativodel sureste mexicano con sede en Tabasco. O, sea, el otro edén, el “paraíso” donde están inundadas las “Dos Bocas” de la Cuatroté.