Veracruz | 2023-07-21
Los escándalos son diarios en Veracruz, pues entre su gobernante y su gabinete, no dan una y es que, a pesar de acercarse la culminación de su administración, parece no existir aprendizaje alguno y, por el contrario, los errores parecen empeorar, sumandos a la soberanía e ignorancia de quienes creen dirigen el rumbo de aquella hermosa entidad, hoy en manos de políticos improvisados.
El escándalo más reciente, es el de la tala de árboles en la capital del estado, en la ciudad de Xalapa, donde teniendo como excusa una obra vial y a pesar de la protesta de habitantes, las autoridades estatales y municipales determinaron -como vulgares delincuentes- derribar cerca de 65 árboles en la oscuridad de la madrugada, para evitar les impidieran llevar a cabo tal ecocidio.
Lo peor llegó después, cuando los medios intentaron cuestionar al gobernante Cuitláhuac, quien una vez más se desbordó furioso, interrogando a los reporteros ¿Cuántos árboles habían sembrado ellos? El gobernante justificó el hecho asegurando que se trataba de un beneficio para los ciudadanos y acusando a los inconformes de escandalosos y mentirosos.
Cuitláhuac García Jiménez acusó de simulación a los ambientalistas que protestaron antes y después de la tala de árboles ocurrida en una avenida principal de la capital de aquella entidad, en total contradicción y en una campaña de disimulo, tras el derribó, éste se fue con su equipo de colaboradores a sembrar árboles a un parque de aquella ciudad, donde abunda la naturaleza, hecho que fue reprobado y criticado, pues lo único que intentaban era minimizar el golpeteo por lo ocurrido.
Los encargados del derribo de árboles fueron trabajadores del ayuntamiento de Xalapa, que encabeza el morenista Ricardo Ahued Bardahuil; los lugareños, quienes se percataron durante la madrugada de lo que sucedía, intentaron aún sin luz de día, resguardar una veintena de ejemplares.
Varias personas se colocaron en el camellón, con pancartas de protesta, y acordaron turnos de 24 horas para cuidarlos e impedir que se lleve a cabo la tala, pero no lograron impedirlo. Lo que más ha indignado es la respuesta del estado y sus autoridades, quienes además de minimizar se lanzaron como ya es costumbre en contra de los ciudadanos.
Cuitláhuac y Ricardo Ahued, dicen veracruzanos, se olvidan que pronto habrá elecciones y que existe memoria. Parece que las autoridades no tienen presente que el poder acaba. ¡Terrible la soberbia del gobernante y autoridades morenistas!