‘Están acostumbrados a traicionar a México

Tren Parlamentario

Ciudad de México | 2020-12-24 | Vicente Bello

Ahora el PAN hablaba en voz de un ex gobernador de Morelos, el diputado Marco Antonio Adame Castillo. Insistía: “Legislar sobre seguridad nacional y, en particular, sobre la presencia de agentes extranjeros en el territorio nacional, es un tema de Estado y así debe ser legislado”.

Argumentador nato, el morelense intentaba buscarle ahora por el lado de la teoría del Estado. Y sostenía: “Por tanto, no es un asunto que pueda quedar reducido a los estrechos límites de un período sexenal. Tampoco es un asunto que se agote entre izquierdas y derechas, debe ser un tema de la máxima importancia y responsabilidad para todos. Tiene que ver con el bien común, con la preeminencia del interés nacional y nos debe obligar a todos a legislar con esta visión”.

Se trataba, desde la óptica del PAN, de justificar lo que ya, desde hacía varios oradores, venía sosteniendo: que en materia de seguridad nacional, el gobierno federal no puede ni debe actuar solo, sino que tendría que considerar a estados, municipios… y a los Estados Unidos.

Adame Castillo insistió: “La presencia de agentes extranjeros en el territorio nacional  supone la relación bilateral con las naciones, con las que se establecen mecanismos de cooperación y de intercambio y de información para temas sensibles de la agenda bilateral e internacional como el combate a la delincuencia organizada y la seguridad de las naciones.

“También, hay que decirlo con claridad, se debe de tener el sentido de oportunidad para analizar el momento que vive la relación bilateral con los Estados Unidos en un cambio de administración, ahora que inicia la llamada era Biden, porque tendrá que ver con consideraciones de cooperación y de coordinación con la nación con la que intercambiamos tres mil kilómetros de frontera.

“(Y) dado que la presencia de agentes extranjeros se enfoca al combate de delitos graves a la delincuencia organizada, al terrorismo, a la guerra biológica y otros asuntos que desconocen fronteras, debemos pues verlo como una visión integral”.

Entonces apareció un peso completo de la oratoria: Gerardo Fernández Noroña, del PT, quien en alusión a lo que acababa de decir Adame, dijo: “Qué grande es el pueblo de México, que se da el lujo de tener un hombre libre en la presidencia de la República, al compañero presidente López Obrador. Se dice fácil, se dice fácil, pero si recordamos que los anteriores presidentes, inclusive quienes la usurparon, como Salinas y el Tomandante Borolas, eran simples lacayos del gobierno de Estados Unidos, es una cosa fortísima, muy importante. Un hombre libre.

Y un hombre libre lo que quiere es que su patria sea libre, independiente y soberana. Y no actúa como lacayo de un país, por poderoso que sea militar y económicamente. Es muy poderoso Estados Unidos. Todo mi respeto al pueblo de Estados Unidos. De ahí a ponérseles de tapete hay un mar de distancia. Inclusive el dictador Porfirio Díaz, una visita a Estados Unidos una visita a México. Y se mantuvo esa formalidad de respeto, hasta López Portillo, si mal no recuerdo. Aunque Díaz Ordaz y Echeverría hayan sido agentes de la CIA.

“Ayer comentaba que la oposición iba a hacer maromas hoy para defender a los agentes de la CIA y de la DEA. Pero los niveles a que han llegado los paniaguados el día de hoy son... Han dicho barbaridades, y lo que han dicho hoy, a excepción del diputado Adame. Venir a decir aquí... Bueno, antes... Si solo queremos regular la intervención de agentes extranjeros en México. Fíjense, y todo se centra en Estados Unidos.

“Y los paniaguados enloquecen y dicen: qué barbaridad, nuestros patrones se van a enojar.

Están acostumbrados a ponerse de tapete de los poderosos, a ser achichincle del imperio. Acostumbrados a traicionar al pueblo, al cual deberían servir y al cual masacraron cobardemente para aliarse con  El Chapo Guzmán.

“El tomandante Borolas y Vicente Fox se aliaron con El Chapo Guzmán y a él sirvieron. No saludaron a la madre de un preso por narcotráfico, sino se aliaron y sirvieron a él y mataron a miles y miles de mexicanos y mexicanas, incluidos niños y niñas, y le llamaban daños colaterales. Solo les faltaba decir que los niños y niñas eran daños colaterales menores. Menuda desvergüenza tienen.

“Ya me imagino si le hiciéramos caso a Julio Chávez Montes, que tiene un libro extraordinario, que publicó Grijalva y que ya no se consigue, se llama Heridas que no cierran a ver si lo publicamos en el Consejo Editorial, que plantea que deberíamos declarar territorios ocupados lo que, 60 por ciento del territorio que nos robó Estados Unidos en una guerra ilegal e inmoral en 1846, y litigar para que de entrada a los mexicanos y mexicanas que viven en esos estados sean tratados como que están en su país y dejen de ser perseguidos, solo por querer aportar con su trabajo y esfuerzo a la riqueza del vecino país.

“Ya me imagino si acreditamos que la isla Bermeja sí existía. Yo la vi en mapas del siglo XIX, para que no tenga tanto mar patrimonial Estados Unidos en el Golfo de México por el tema de petróleo en aguas profundas. Lo que van a venir a decir aquí los paniaguados: no, vamos a generar una guerra. Sirvamos al imperio, seamos lacayos de por vida.

“Qué triste que la derecha solo sepa comportarse como servidumbre del imperio. Qué lamentable que hayan tenido la oportunidad de gobernar este país y hayan hecho todos los desastres que hicieron”.

Debatían sin concesiones.

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