| 2024-07-04
Esta película ya la vimos todos los mexicanos, solo basta hacer memoria.
Finalmente se confirmó la debacle del equipo nacional mexicano de futbol en la Copa América 2024, que como en el pasado mundial, no avanzamos a la siguiente ronda.
Es decir, no hay alguna novedad al respecto, novedad hubiera sido que hubiera calificado a la siguiente ronda y a la postre ser campeón o al menos finalista.
Desde mi punto de vista la cúpula futbolística se apresuró a dar el voto de confianza a Jaime Lozano hasta el Mundial de 2026, aunque al menos fueron congruentes con el mensaje de enviar a la Copa América a un equipo "renovado".
Es decir, ya los directivos anticipaban un descalabro de esta talla aunque apostando a una eventual sorpresa y con ello maquillar la actualidad del combinado nacional.
No se esperaba tanto del TRI, al contrario la idea era poner a jugadores que no habían sido tan asiduos en el once de Jaime Lozano, aunque en este mismo sentido el cometido no se cumplió porque ni el "Piojo" Alvarado y el propio Marcelo Flores tuvieron minutos.
Qué rescatar de todo esto, pues es sencillo, solo confirmamos que hoy en día no hay una generación que pueda darle brillo al futbol mexicano a nivel internacional.
Es necesario que se empiece a sentar nuevos cimientos para ver si se alcanza a tener un mundial decoroso en el 2026.
Y digo iniciar a promover a la sangre fresca a pesar de lo que pasó, porque sucede que si se siguen esperando jamás arrancarán, con todo y lo que ello implique el riesgo de un resultado como del que fuimos testigos en la Copa América.
Recuerdo que en el Mundial de Rusia 2018, que se tenía una generación sino dorada sí con calidad, no alcanzó para el quinto partido.
Y es cierto que si bien Qatar 2022 era para darle salida a los ya desgastados seleccionados, también era para darle entrada a la nueva generación pensando en el 2026, pero el "Tata" Martino se encargó de echarlo todo a perder.
En fin, mucho hay que trabajar y entre otras gestiones será importante acercarle a Jaime Lozano auxiliares o asesores de gran prestigio y calidad, tal y como lo habían planeado pero que en el camino se perdió el rumbo.
Insisto, para el Mundial 2026 hay que apostarle a la frase "de lo perdido lo que aparezca", ya que lastimosamente la calidad no se compra en la tienda de la esquina ni hay tiempo para formarlo.
Y la última, apostarle a la fe para que, como en otros procesos fallidos, a la hora de la hora el equipo nacional saque la casta y nos sorprenda a todos. Pero bueno, para que eso ocurra debe haber lo mínimo que es talento natural que en este momento lo hay, pero no alcanza.
Racing de Veracruz ya dio el primer paso y aunque solo fue el agregado a la razón social, es apenas lo suficiente para, en efecto, establecer una identidad básica con los aficionados.
No obstante y aunque deba darse de manera escalonada, tendrán que venir otros ajustes como por ejemplo el color, donde prive el rojo y azul. Aunque eso ya es mucho pedir.
Claro, la imagen de Porto Palmeiras ha sido el color morado, pero si ya dieron un avance fundamental no será imposible agregar otros elementos para un futuro.
Por lo pronto este equipo boqueño ya confirmó su participación en el campeonato de la Liga Premier para el siguiente año futbolístico.
Y aunque se diga misa, sentimos que poco a poco Veracruz volverá a tener futbol profesional, al menos cercano al máximo circuito.