| 2023-11-21
En medio de una creciente crisis financiera global, las tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y China añaden un elemento peligroso a la ya precaria situación. La reciente declaración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llamando “dictador” a Xi Jinping, y los gestos de Blinken al hacerlo, ha desatado un torbellino de críticas y reacciones en ambos lados del Pacífico.
Las consecuencias de estas declaraciones no solo se limitan al ámbito diplomático, sino que también han arrojado una sombra sobre las perspectivas de cooperación económica. En un momento crucial donde el mundo enfrenta una crisis financiera, la tensión entre Estados Unidos y China podría ser más perjudicial que nunca.
A pesar de la tensión diplomática, la semana pasada también presentaron destellos de esperanza en el frente económico. En San Francisco, líderes empresariales estadounidenses se reunieron con representantes de varios países del APEC, incluida China. Estas reuniones ofrecieron una oportunidad para explorar posibilidades de negocios en el mercado chino, buscando un camino para superar las barreras políticas.
Es crucial reconocer que la situación económica en China no es tan robusta como en el pasado. El crecimiento económico se desacelera y la deuda pública está en aumento. Este panorama podría hacer que el gobierno chino sea más reacio a abrir su mercado, dificultando aún más la cooperación económica.
En paralelo a estos acontecimientos, la crisis financiera en Estados Unidos está alcanzando niveles de alarmantes. Informes recientes revelan que los principales bancos del país están cerrando cuentas personales de clientes sin aviso previo, afectando a más de 100,000 personas en semanas recientes. Las justificaciones incluyen preocupaciones sobre fraude, lavado de dinero y falta de liquidez, aunque los críticos sugieren que los bancos podrían estar utilizando estos cierres para reducir pérdidas durante la crisis.
La población ha sido afectada, muchos de los cuales son trabajadores de clase media y jubilados. Sin acceso a sus fondos, se ven impedidos de realizar pagos, acceder a atención médica y comprar alimentos. Este giro oscuro en la crisis financiera estadounidense refleja una realidad desgarradora para millones de ciudadanos comunes y corrientes.
En medio de tensiones diplomática, la transición de las monedas fiat hacia las Monedas Digitales del Banco Central (CBDC) se ofrece como una solución. La fragilidad diplomática y la aflicción económica de los países se pretenden aliviar mediante la implementación de un nuevo sistema de valor CBDC, marcando un paso hacia un sistema financiero que tratan desesperadamente de presenta como transparente y eficiente. La reciente tendencia de cierre de cuentas bancarias en Estados Unidos destaca la necesidad de revisar los sistemas financieros tradicionales. En este contexto, la transición de las monedas fiat al CBDC no solo aborda problemas prácticos, sino también de colaboración global.