Veracruz | 2022-11-12
Una cuenca es el área geográfica por donde transita el agua hacia una corriente principal y luego hacia un punto común de salida; es el territorio donde ocurre el ciclo hidrológico. Se les considera la unidad geográfica más funcional para administrar el agua.
Inicialmente, el objetivo fundamental de las cuencas era la producción de agua, pero el concepto que se define hoy en día es el de “Manejo de Cuencas”, porque se le agrega el aspecto social, dado que las cuencas de nuestro país están ocupadas por el hombre.
Por lo que ahora conocemos a las cuencas como espacios geográficos donde los grupos y comunidades comparten identidades, tradiciones y cultura, y donde socializan y trabajan en función de la disponibilidad de recursos renovables y no renovables. En ellas, la naturaleza obliga a reconocer necesidades, problemas, situaciones y riesgos hídricos comunes, por lo que debería ser más fácil coincidir en el establecimiento de prioridades, objetivos, metas y la práctica de principios básicos, como el de corresponsabilidad y el de solidaridad en el cuidado y preservación de los recursos naturales.
Para los fines de formulación y ejecución de las políticas públicas y de participación, la gestión del agua se refiere al conjunto de actividades, funciones, formas de organización institucional de organismos del gobierno, y no gubernamentales, recursos e instrumentos de política y sistemas de participación, relacionados con uno o varios objetivos que definen el sentido y el objeto de la gestión de la cuenca interesando a los tres niveles de cuenca: las macrocuencas que corresponden a grandes sistemas hidrológicos, las subcuencas o cuencas de segundo orden, y un tercer nivel que puede denominarse microcuencas.
Con base en lo anterior, puede definirse la gestión del agua por cuenca hidrográfica como el conjunto de actividades, funciones, organización, recursos e instrumentos de política y sistemas de participación, aplicados en un territorio de cuenca. Las cuencas hidrográficas son territorios definidos naturalmente donde todos los procesos socio ecológicos están íntimamente ligados entre sí; en ellas, el manejo se entiende como un proceso de planeación, implementación y evaluación de acciones mediante la participación organizada e informada de la población.
La posibilidad de realizar un manejo de cuenca se inicia cuando nos reconocemos como habitantes de ella y, por tanto, como beneficiarios de sus servicios ecosistémicos al mismo tiempo como generadores de impactos que pueden expresarse en forma acumulativa en las partes bajas.
El agua es esencial para la supervivencia de los seres vivos. La planificación de los recursos hídricos debe considerar todas las demandas de agua (sanitaria, agricultura, industria, medio ambiente), que compiten entre sí por un recurso escaso.
La gestión del agua deberá continuar adaptándose bajo un enfoque de manejo integral de cuencas a los cambios actuales y futuros. Con la creciente incertidumbre por el calentamiento global que implica el cambio climático se debe gestionar de forma coordinada el agua, la tierra y los recursos conexos, tratando de maximizar el bienestar social y económico, de una manera equitativa y sin comprometer el nivel de sostenibilidad de los ecosistemas.
#CambiaUnaAcciònCambiaTodo.