Veracruz | 2025-05-18
México se encuentra actualmente en una encrucijada. La economía del país no levanta por más que se anuncien planes maravillosos que no dejan de ser simples catálogos de buenas intenciones, mismos que a la larga no se concretan por la política errática de nuestro gobierno en materia de certidumbre jurídica. No aterrizan tampoco por la inseguridad, la falta de infraestructura, la escasez de agua, de electricidad y además ahora hasta de los apagones frecuentes.
La idea que tienen en la 4T de controlar al Poder Judicial a través de una elección de dudosa transparencia, donde muy pocos conocen a los candidatos y además los ciudadanos no contaremos los votos, generará mayor temor entre quienes pudiendo invertir acá, prefieran hacerlo en otras naciones donde sus recursos no corran tanto riesgo.
A lo anterior hay que agregarle otro problema. Poca gente quiere trabajar. No hay personal suficiente para cubrir las vacantes que las micro, pequeña y medianas empresas requieren para funcionar con normalidad.
El hecho de regalar dinero a diestra y siniestra a quienes no lo merecen, ni lo necesitan; convierte a mucha gente en floja y comodina. Pretenden que el gobierno los mantenga de por vida, lo cual resulta imposible porque el gobierno vive de los impuestos que pagamos los ciudadanos y no al revés. Si la economía se estanca o retrocede, menos recursos tendrá el gobierno mexicano para continuar dilapidándolos en apoyo$ $ociale$ o proyectos faraónicos cuya rentabilidad no se encuentra por ninguna parte.
Deberán entonces nuestras autoridades seguir pidiendo prestado dinero para medio funcionar, lo que aumentará la deuda y sus intereses.
Ese dinero a la larga lo deberemos pagar nosotros, nuestros hijos y hasta nuestros nietos.
Hay otro tema relevante que aleja la inversión. Me refiero al capital humano. No lo estamos desarrollando con tantos puentes en el sistema educativo, días festivos de Ley y de costumbre; vacaciones prolongadas y suspensión de clases por cualquier motivo.
El sistema educativo, salvo algunas excepciones honrosas y escasas está cada vez peor.
Así no podremos competir contra naciones cuyo nivel educativo es del primer mundo, mientras que el nuestro está en franco retroceso.
Para colmo de males, algunos políticos que ven como su popularidad va en picada ante la falta de resultados, quieren recuperarla ofreciendo más días de vacaciones a los maestros e impulsando la semana de 40 horas en México. Si esto último se aplica, sin previamente mejorar la productividad, el costo de la mano de obra se disparará un 20% lo que aumentará la inflación y existirá un mayor riesgo de devaluación.
La tormenta perfecta estará desarrollándose frente a nuestros ojos, mientras la mayor parte de la ciudadanía duerme cómodamente el sueño de los justos.
¿No les parece a Ustedes?
Muchas gracias y buen fin de semana.