Veracruz | 2022-11-10
Por muchos años, el grupo MAS, antes SAS, y que fuera privatizado a supuestas empresas españolas, pero en realidad otorgado a empresarios porteños, ligados o vinculados al grupo político de los Yunes, familia que controla el poder en Veracruz y Boca del Río, está cometiendo un grave atentado contra el medio ambiente en la conurbación y más grave aún, daña la salud de los veracruzanos.
Este martes el grupo MAS fue sancionado con una clausura por parte de la Procuraduría del Medio Ambiente, cuyo personal de manera violenta y prepotente arremetió contra los de la PMA al sellar la entrada a la planta de aguas residuales, la cual es señala de afectaciones al medio ambiente, y sacaron vehículos cuando ya no tenían permitido hacerlo.
Este miércoles, el grupo concesionario del agua y drenaje en Veracruz, que ha hecho una inmensa fortuna con el cobro excesivo del servicio y el fraude de no invertir en las redes hidráulicas de la ciudad como se estableció en el contrato inicial, respondió desmintiendo la información y los señalamientos.
En su comunicado aseguró que se encuentran en indefensión porque no se les hizo saber los alcances y motivación o fundamentación de la “supuesta clausura” y por lo que se reservan el derecho de proceder con acciones legales y penales.
Pero la verdad pareció trascender ayer del grave daño que ocasiona la planta de tratamientos bajo la administración de Grupo MAS, y en donde no se necesita tener demasiados conocimientos, para entender que algo no anda bien cuando los olores fétidos y nauseabundos inundan el lugar simplemente al cruzar por razón de segundos sobre la vialidad en el tramo que comprenden las instalaciones.
Y es que de acuerdo a lo trascendido hoy, donde se explica con un mayor apunte técnico las inconsistencias en el tratamiento de aguas residuales, se observa cómo se desechan el agua supuestamente tratada a un canal que lleva al mar, y está a cielo abierto, que seguramente es de donde se desprenden los malos olores que contaminan la zona.
De acuerdo a los motivos que presunta y legalmente orillaron a PMA a proceder a la clausura son un inadecuado tratamiento de las aguas residuales en la planta de la zona norte, con lo que Grupo MAS “estaría provocando un grave problema de contaminación al Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano, considerado único en el Golfo de México por su tamaño, número de especies que alberga y por sus numerosas colonias coralinas”.
Además de incumplir la ley ambiental, señalan, se observó una ineficiente operación de la empresa y hace evidente su falta de capacidad e ineficiencia de sus procesos, en el acta levantada se le incluye “una simulación de su volumen de tratamiento de aguas, ya que, en propias imágenes publicadas por la empresa, se puede apreciar que solo se encuentran trabajando en un 50 por ciento de su capacidad total.
E incluso en el 2019 no contaba con registro de un plan de manejo de residuos especiales.
Otros puntos violatorios de Grupo MAS que trascendieron son:
Al presente año se actualizó apenas el anterior permiso para incluir lodos acuosos, por lo que dicha actividad no estuvo regulada durante los últimos siete años.
La empresa tampoco cuenta con resolutivo en materia de impacto ambiental, licencia ambiental de funcionamiento ni cédula estatal de operación anual.
Deterioro importante de las instalaciones. Asimismo, se observan grietas, fisuras y óxido en estructuras metálicas, evidenciando que no cuenta con un plan de mantenimiento en la infraestructura de la planta.
Visible acumulación de chatarra, llantas, estructuras metálicas, mangueras y tuberías de diferentes materiales, basura electrónica e incluso transformadores eléctricos sobre suelo natural, causando severos daños al suelo y subsuelo, sin saber el destino final o la finalidad de dicha acumulación de materiales.