| 2024-01-29
Como ha ocurrido en anteriores procesos electorales, en el presente es común observar el cambio de camiseta de algunos actores políticos, que pasan de una fuerza política a otra; o bien las renuncias a un determinado partido.
De forma reciente, por ejemplo, Alejandro Rojas, ex diputado local en la Ciudad de México, y suplente del senador Ricardo Monreal, anunció su renuncia a Morena; y dijo que dicho partido encamina al país a un régimen autoritario, aunque no precisó si se incorpora a otra opción partidista.
En contraparte, diversos actores políticos que militaban en el PRI dejaron ese partido para irse a la 4T. Es el caso de los ex gobernadores Eruviel Ávila, de Estado de México; y Alejandro Murat, de Oaxaca; o de los senadores Nuvia Mallorga y Jorge Carlos Ramírez Marín.
No es algo nuevo; la historia de la política mexicana en los últimos 50 años ha estado plagada de casos similares; los reacomodos se pueden considerar normales.
En Veracruz, la senadora Claudia Balderas renunció a Morena para pasarse al PRI; en tanto que la 4T presume la incorporación de los alcaldes de Tamalín, Zontecomatlán, Chinampa de Gorostiza, Soteapan, Tihuatlán y Úrsulo Galván.
Salvo el caso del edil de Tihuatlán, Leobardo Gómez, los presidentes municipales que fueron anunciados no representan demasiado: son alcaldes de municipios pequeños en términos demográficos, donde la autoridad local muchas veces carece de peso. El de Soteapan, por ejemplo, llegó al cargo arropado por el Movimiento Antorchista, pero una vez instalado en Palacio Municipal, Rafael Hernández rompió relaciones con dicha organización, que terminó por desconocerle.
La diputada local Anilú Ingram pasó del PRI al Partido Verde; y lo mismo hizo el secretario de Finanzas del Comité Estatal del tricolor, José de Jesús Castañeda, quien fue nombrado delegado del partido del tucán en el municipio de Emiliano Zapata. Antes habían hecho lo propio los ex dirigentes Renato Alarcón y Jorge Carballo, además del ex alcalde de Oluta y ex aspirante al CDE, Fernando Kuri.
Probablemente el mayor ruido mediático en el tema de las renuncias y cambios de partido en Veracruz fue el protagonizado por la diputada Ingram Vallines, quien hoy integra la bancada del Verde en el Congreso local. La ex delegada de la Sedesol en la entidad es la única con cargo vigente en este grupo.
La respuesta priista llegó de inmediato con la incorporación al partido de Eleaney Sesma, ex dirigente estatal del PVEM, quien fue nombrada secretaria adjunta a la presidencia del CDE.
El comité estatal del PRI buscó en Eleaney Sesma el antídoto contra las renuncias encabezadas por Ingram Vallines. Sólo el tiempo, un par de meses tal vez, establecerá la aportación de la periodista originaria de Misantla a la causa de la alianza opositora.
Las campañas todavía no arrancan de manera formal en la elección local por la gubernatura de Veracruz (iniciarán el 31 de marzo y concluirán el 29 de mayo); lo que observamos en todas esas renuncias y cambios de partido son los reacomodos previos, los preparativos de la contienda; golpes mediáticos que buscan generar la percepción de triunfos y desbandadas, pero de escaso efecto hasta hoy.
@luisromero85