Veracruz | 2022-05-07 | Enrique Haro Belchez
“Los cenotes que albergan vida, se destruirán. Las especies como el jaguar, símbolo de la herencia cultural maya, se quedarán sin su único hogar. Cada día que pasa, la destrucción de la selva maya avanza. Es imperdonable ser testigos de esto, desde cualquier parte de México, y no hacer nada”. GREENPEACE.
La Selva Maya, además de ser una importante zona cultural, es la selva tropical más grande de Mesoamérica y segunda más grande de América.
En sus 42,300 km2, la región alberga una extraordinaria diversidad biológica con alrededor de 20 ecosistemas distintos y un gran número de especies endémicas. Sin embargo, esta selva enfrenta presiones derivadas principalmente de actividades humanas, tales como: incendios forestales, comercio ilícito de flora y fauna silvestre, avances de la frontera agrícola y ganadera, fragmentación, especies invasoras y sobreexplotación de recursos.
Si esto fuera poco, hay que sumar los impactos negativos que tendrá la construcción en el tramo 5 del Tren Maya que pretende abarcar 121 kilómetros de doble vía, con 5 estaciones y 3 paraderos, sin una Manifestación de Impacto Ambiental objetiva y fundada en estudios científicos.
Los impactos negativos en la flora y fauna que habita la selva y que alberga a 114 especies de mamíferos terrestres, algunas con categoría de riesgo (incluidas en la NOM-059), entre ellas el jaguar, y que dependen directamente de las cuevas y cenotes para su refugio y abastecimiento, y la deforestación de decenas de kilómetros y cientos de miles de árboles que dificultará la captación de agua hacia los mantos freáticos, violando lo dispuesto en los Artículos 170 a 174 de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA) que establece la clausura temporal, parcial o total de un proyecto a instancias de la PROFEPA en caso de ausencia o de la no aprobación del estudio de impacto ambiental que debe ser presentado a SEMARNAT como requisito para llevar a cabo cualquier obra.
Dentro de las alertas sobre las potenciales afectaciones medioambientales y los daños irreversibles debido a la construcción del tramo 5 destacan:
La construcción de infraestructura ferroviaria encima de terreno kárstico, poroso y de poco espesor es altamente riesgosa y puede derivar en inminentes colapsos, además de generar la contaminación irremediable de este acuífero debido a la perforación para la instalación de pilotes y otras estructuras.
Además, este tramo pasará sobre varios sistemas de cuevas y ríos subterráneos que alojan restos humanos, faunísticos y cerca de 200 sitios arqueológicos.
Deforestación de 2,500 hectáreas de selvas húmedas y secas; Ruido excesivo que podría afectar la orientación de los murciélagos; Impacto en áreas naturales protegidas; Desabasto de agua; Pérdida de hábitat; Riesgo de crisis por acumulación de residuos; y Conflictos sociales por tenencia de la tierra.
Pero también que los datos que haya sobre el Tren Maya sean accesibles y claros, de manera que permitan a las comunidades que viven en la península de Yucatán involucrarse en la toma de decisiones.
#CambiaUnaAcciónCambiaTodo.