Veracruz | 2024-06-24
Veracruz ha experimentado una pérdida significativa de cobertura forestal entre 2001 y 2022, con una reducción de 480 mil hectáreas, lo que equivale a un 16% de su superficie vegetativa.
Esta deforestación ha resultado en la emisión de 201 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global.
Las principales causas de esta deforestación incluyen la conversión de tierras forestales a pastizales (73.84%), a tierras agrícolas (21.26%), y otros usos como la expansión urbana y la extracción de madera (2.54%).
El ritmo de deforestación en Veracruz ha sido alarmante, con una pérdida promedio de 13 mil 320 hectáreas de tierra forestal por año, impulsada principalmente por actividades ganaderas, agrícolas y asentamientos humanos.
El gobierno de Veracruz ha implementado jornadas de reforestación, plantando 279 mil árboles endémicos en seis jornadas de reforestación entre 2021 y 2023.
Sin embargo, se requiere la implementación de políticas públicas más estrictas y efectivas para combatir la deforestación ilegal, promover la reforestación y fomentar prácticas sostenibles en el manejo de los recursos forestales.
Estas medidas son cruciales para preservar el medio ambiente y mitigar los efectos del cambio climático en la región.
A la deforestación se suma la contaminación industrial y la generación de desechos que inyectan los cuerpos de agua.
Por ejemplo, Coatzacoalcos enfrenta serios problemas ambientales debido a su zona industrial y los drenajes que desembocan en el Golfo de México.
La contaminación industrial, especialmente por la actividad petroquímica, es un problema significativo, un problema del cual por cierto no existen datos reales sobre su medición y el daño que ocasiona a los habitantes.
Si hay alguna entidad del gobierno tienen algún estudio debe estar muy bien guardado porque seguramente no son buenas noticias. En lo público la información es nula.
Además, los drenajes de la ciudad que desembocan directamente en el océano agravan la situación, afectando negativamente a la flora, fauna y los ecosistemas marinos.
El cambio climático también está impactando la región, con temperaturas extremas relacionadas con el calentamiento global. Recientemente, Coatzacoalcos fue noticia nacional con temperaturas de sensación térmica que rondaron los 57 grados centígrados.
La urbanización y la falta de cobertura forestal, son factores que agravan esta situación.
Los datos arriba expresados dan idea de la necesidad urgente de hacer algo para evitar que la crisis ambiental crezca.
El proyecto “Coatza -2°C”, lanzado por la agrupación “Todos Unidos por Coatzacoalcos”, representa una respuesta audaz y necesaria ante los desafíos ambientales que enfrenta nuestro municipio.
En una era donde el cambio climático y la urbanización desmedida han puesto en jaque la calidad de vida y la sostenibilidad urbana, esta iniciativa de reforestación urbana surge como un faro de esperanza.
Su objetivo de reducir la temperatura promedio del municipio en 2 grados centígrados en los próximos cuatro años no solo es ambicioso, sino también vital para mitigar los efectos adversos del calentamiento global y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. En cuatro años podría haber resultados sembrando árboles endémicos.
Las tres estrategias principales del proyecto—Oasis Verdes, Túneles Verdes y Nuestra Selva—son enfoques innovadores que buscan transformar tanto el paisaje urbano como la dinámica social de Coatzacoalcos.
Oasis Verdes se centrará en reforestar parques y espacios públicos, creando áreas de sombra que no solo refrescarán el ambiente, sino que también se convertirán en puntos de encuentro y convivencia.
Túneles Verdes, por su parte, transformará las principales avenidas en corredores ecológicos, integrando la naturaleza en el corazón de la ciudad. Nuestra Selva promoverá la participación ciudadana en la plantación de árboles nativos, fomentando un sentido de comunidad y responsabilidad compartida en la lucha contra el cambio climático.
Con una primera etapa que contempla la plantación de 6,000 árboles, este proyecto se financia a través de una combinación de recursos municipales, estatales y federales, así como el apoyo de Petróleos Mexicanos, mostrando un esfuerzo colaborativo que es esencial para su éxito.
“Coatza -2°C” es más que una iniciativa ambiental; es una apuesta por un futuro sostenible, una mejor calidad de vida y una ciudad más verde y saludable para todos sus habitantes.
Medellín, Colombia es un caso exitoso de estos programas que tienen que ir acompañados de políticas públicas y la vital participación ciudadana. Ya hablaremos de esto en otra entrega.
Pese a ser la diputada Tania Cruz Santos quien mostró el proyecto el viernes pasado a reporteros que además tiene el apoyo de “Todos Unidos por Coatzacoalcos” y muchos pudieran pensar es un intento de hacer política - aunque de este tipo política siempre es bienvenida- fue la joven estudiante de Ingeniería en Desarrollo Sustentable, Tania Sánchez Cruz, la “Pepe Grillo” de su madre para impulsar la propuesta.
“Si el mundo sigue igual con el deterioro del medio ambiente y alzas en temperaturas como en Coatzacoalcos, en 10 años la vamos a pasar mal”, comentó la próxima ingeniera.
Así las cosas.
La carretera hacia la zona industrial, en el tramo Coatzacoalcos- Nuevo Teapa, sigue siendo un desastre.
Los siempre grandes hoyancos están de nuevo, luego de los leves remendos del gobierno y la iniciativa privada.
Así el subdesarrollo de un país donde sus carreteras, además impactar en la productividad, siguen costando vida.
joluperezcruz@hotmail.com