El flagelo de la violencia

Veracruz | 2022-03-05 | Francisco J. Ávila Camberos

Hay un antiguo proverbio chino que dice que el efecto producido por el aleteo de las alas de una mariposa, puede sentirse en el otro lado del mundo.

Esto significa en términos simples que todo en el universo está conectado; por lo tanto, pequeñas y continuas acciones pueden desencadenar  fenómenos globales muy difíciles de predecir, algunos de los cuales pueden llegar a tener consecuencias catastróficas para todos.

Saco esto a colación porque a pesar de los avances en materia de medicina, comunicaciones, agricultura y otros rubros que benefician a la humanidad, a veces dichos avances traen aparejados  retrocesos en los que el ser humano vuelve a su estado más primitivo de barbarie, olvidándose de la solidaridad, del bien común, de la concordia y de la paz.

Menciono lo anterior porque en pleno siglo XXI ha aparecido nuevamente el flagelo de la guerra; uno de los 4 jinetes del Apocalipsis.

Las ambiciones desmedidas de países totalitarios empujan a sus ejércitos  a invadir naciones más pequeñas que de paso causan estragos entre la población civil.

Resulta obvio que esto es inadmisible y que todos debemos no solo mostrar nuestra condena, sino también elevar nuestras plegarias para que el conflicto no escale; porque podría desencadenarse una III Guerra Mundial con repercusiones gravísimas para la humanidad y para todo el planeta.

Ayer los rusos bombardearon una central nucleoeléctrica en Ucrania. Una de las más grandes de Europa. Si llega a darse una fuga radioactiva sus efectos nocivos podrían llegar a ser 10 veces más potentes que la radiación emitida por la Planta de Chernobyl y contaminarán buena parte del continente europeo, con todas las consecuencias que esto ocasionaría en la salud de sus habitantes y desde luego, sus efectos colaterales dañarían aún más la economía, el comercio y los empleos en todo el mundo.

Habría muchos damnificados, aunque éstos se encontraran a miles de kilómetros de distancia.

Repito: Pidamos al Creador por la paz del mundo y también por la paz de nuestra Patria.

Porque resulta que a la fecha la violencia en México ha ocasionado más víctimas que la guerra ruso-ucraniana. Lo más grave de todo es que ante la tragedia en que vivimos inmersos, nos hemos vuelto insensibles e indiferentes.

Entiendo que erradicar la violencia que padecemos en nuestro país es una tarea ineludible de las autoridades, pero también es una obligación primordial de los padres de familia para atender de raíz este problema, ya que el ser violentos se aprende inicialmente en el hogar y posteriormente en la escuela. Ahí hay una tarea pendiente que debemos atender tanto  padres de familia como educadores.

El diálogo constructivo, la solución amistosa de los conflictos, el saber reconocer nuestros errores, la unidad y la tolerancia junto con el respeto a los demás, son las mejores herramientas para construir una mejor sociedad, más justa, menos violenta y  más solidaria. Si esto ya lo sabemos, usemos esas herramientas con eficacia antes de que sea tarde y las cosas ya no tengan remedio. 

¿No les parece a Ustedes?.

Muchas gracias y buen fin de semana.

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