Veracruz | 2024-06-02
Por fin, llegó el día esperado, incierto y con una población profundamente dividida y preocupada por el presente y futuro de las nuevas generaciones.
Con la realización del proceso electoral histórico en todo el país este domingo 2 de junio, se da cumplimiento a lo que se percibe como una democracia madura, inquebrantable, ciudadana y con el respaldo de la legalidad de las instituciones impenetrables a los hombres del poder.
Se trata de un momento histórico en el debate y en la polarización de dos épocas del antes y el después, en pugna.
La lucha del norte y sur, de los del poder económico en contra de los del poder político, de ricos y pobres, con claros contrastes de los colores partidistas.
El enfrentamiento electoral, que define la ruta del país para los próximos treinta años que serán de todo un ciclo en la era de esta nación
La política, no es de gustos o gastos, ni de colores, o preferencias, sino más bien tiene que ver con una decisión subjetiva con base en la ideología, las creencias y los efectos emocionales.
Para el experto máximo internacional en la comunicación política, Antonio Sola, el voto de la gente se da en la región límbica del cerebro en dónde confluyen aspectos emocionales y de la razón, la memoria y el aprendizaje en dónde se da la decisión final de ir a ejercer el sufragio, como si fuera la mejor decisión de su vida en un grado relevante.
¿Qué significa? Que ejercer el todo este proceso electoral de elevado sentimiento emocional, junto con el de la inteligencia cerebral, el ciudadano cumple únicamente con un deber personal, individual que se basa en un momento de profunda reflexión y de responsabilidad que se consulta con la almohada, con la familia y con todo lo que refleja un compromiso con el ser mismo, con la sociedad y el país entero.
Luego entonces, votar con todo tipo de influencia de los partidos políticos, es nada más una intención de tratar de influir en las personas y que al final, sin problema decidirán su razón de ir a votar por algún candidato, candidata o partido político.
En muchas ocasiones, los ciudadanos principalmente los de la tercera edad, son parte de una gran convicción democrática de responsabilidad ciudadana al conocer el valor del voto en las urnas como un factor de contribución de respaldo a lo que consideran el ideal político para el presente de la gente.
Los jóvenes son el parteaguas, los del fiel de la balanza, los que cuando se ponen de acuerdo y salen a votar, dan la tendencia de triunfo en una gran elección.
Pero hay que esperar, para saber al final del proceso si se decidieron a ejercer el voto.
El otro factor importante y trascendente en el proceso electoral, es el de la población considerada en favor del abstencionismo y que por lo mismo se resisten a salir a votar en un alto nivel del padrón electoral.
Cuando todos los factores de los ciudadanos se deciden a vencer miedo, temores y resistencias, los fenómenos políticos son de grandes consecuencias y resultados en favor de una democracia abrumadora.
El filósofo y economista José Luis Sampedro, da una opinión histórica en cómo superar otros de los factores negativos de la democracia, el de "la necesidad" ante los poderosos, que intentan influir en los resultados electorales, y dice la anécdota de quién por dignidad no cedió a la compra del voto: "en mi hambre mando yo". Andale. Así las cosas.