Xalapa Ver | 2022-03-03 | Paulina Ríos
La discusión por la inconstitucionalidad de ultrajes a la autoridad ha sacado a flote el desconocimiento legislativo de los funcionarios veracruzanos y exhibido una ignorancia institucional que sorprende, no sólo a juristas sino sociedad civil en general.
Hay que recordar que la invalidez se declaró luego de que la Suprema Corte de Justicia de la nación resolviera los recursos de inconstitucionalidad 59/2021 y su acumulado 66/2021, promovidos por la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Veracruz y algunos ex diputados de la pasada legislatura de la entidad.
Pero a la par de esa invalidez, la Suprema Corte analizó el contenido del artículo 371 y de la totalidad de éste artículo, los ministros determinaron declarar la inconstitucionalidad únicamente de la fracción II.
Lo anterior ha ocasionado una terrible desinformación y tristemente emana de las propias autoridades, quienes han confundido a la sociedad civil en general asegurando que, la Suprema Corte había aprobado el artículo 371. Error terrible hablar de aprobación como si se tratara de un Poder Legislativo que aprueba leyes.
Lo que ocurrió fue que la Corte al analizar el artículo 371, sólo consideró que la fracción II era inconstitucional, mientras que el resto lo dejó intocado. Se trata del análisis del artículo tras los recursos de inconstitucionalidad presentados, pero nada más.
El resto del artículo fue intocado por los ministros, hecho que, aunque fue poco notorio, permite a las autoridades que, se siga castigando a quienes atentan contra las fuerzas de seguridad, y así, han señalado, no se dejará a los elementos policiacos en estado de indefensión.
Pero cierto es, que ello dependerá del actuar de los Fiscales de litigación quienes se encargarán de imputar. Mientras tanto la Suprema Corte no válido al gobierno, ni aprobó sus leyes, pero si exhibió la necedad por mantener vigente un delito que reiteradamente se había dicho era inconstitucional.
El desconocimiento, la ignorancia y la necedad preocupan a veracruzanos que reiteran el desgaste de las autoridades por mantener un delito, que hoy descubren, que a pesar de su eliminación, no deja desprotegidos a las fuerzas del orden.