Veracruz | 2020-06-24 | Maricarmen García Elías
En el reino animal las madres dan muestra de lo que es ser una verdadera madre, son protectoras, preparan con amor y paciencia a sus hijos para enfrentar la vida, les llevan el sustento; les buscan resguardo no los abandonan, no los violentan por placer, tampoco los anteponen a su pareja y se podría decir literalmente que dan la vida por sus hijos.
También hay papás como los lobos, los elefantes, las aves y los pingüinos que cuidan de los hijos como lo hace la madre, incluso si son adoptados y en ninguna especie animal se ha visto que los padres preparen a sus hijos con el objetivo de que éstos los mantengan a ellos posteriormente. Si los padres aprendieran esto de los animales, el mundo sería otro.
La semana pasada nos enteramos por la prensa del asesinato de José Antonio, un niño de diez años que vivía en Acayucan y quien además fue torturado y violado, “Toñito” como le llamaban, según han relatado testigos a los medios de comunicación también sufría violencia doméstica; era despertado desde muy temprano a cinturonazos por su padrastro para ir a trabajar abriéndole las puertas de una tienda a los clientes. Trabajaba todo el día reuniendo lo suficiente para llevar comida a su familia compuesta por la “madre”, el padrastro, un hermano y una hermana del niño, “Toñito” era el sustento.
El niño se iba sin desayunar la mayoría de las veces, se quedó en el cuarto año de primaria pues fue sacado de la escuela para explotarlo, cuando llegaba a casa refieren los testigos y algunos familiares que no siempre le daban de comer a pesar de haber trabajado todo el día, su padrastro lo ponía a alimentar a los gallos de pelea que tiene, a recoger los desechos de los animales, lo golpeaba con frecuencia, le ponía el pie en el cuello para asfixiarlo, entre muchas otras acciones violentas tipificadas en el Código Penal de Veracruz como delitos.
El padrastro de “Toñito”no trabajaba vivía del niño prácticamente, se dedica a pelear gallos, gallero de esos que chillaban con un amparo, por cierto desechado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que las peleas de gallos son fuentes de empleo y cultura, cuando la realidad es que son un espectáculo que incita a la violencia organizado por personas con perfiles delictivos como éste por eso su prohibición, una prueba más de lo que es capaz de hacer una persona que lastima animales, además cuando se encontraba borracho era tal su violencia que los niños preferían dormir en un terreno baldío cerca de la casa y en algunas ocasiones los vecinos mencionan que el hermano de este hombre intentó llevarse arrastrando a Montse - la hermanita de Toñito- quien gritaba y pedía ayuda para que no se le llevara pues le hacía cosas malas en palabras de la menor de edad. También circula un video grabado por el padre con estas y más atrocidades, todo bajo la complacencia de su madre.
Es plausible que la Fiscalía haya actuado pronto y haya detenido al pederasta que se llevó a “Toñito” de la tienda para abusarlo y asesinarlo posteriormente, la rapidez es de reconocerse, sin embargo, también debe de investigarse a los padres, al padrastro y al hermano del padrastro por maltrato infantil el cual está tipificado en el Código Penal de Veracruz en su Artículo 249 Bis de tres a siete años de prisión y multa de hasta quinientos días y demás delitos que resulten derivados de las investigaciones que realicen y entrevistas a los hermanitos del menor y a los testigos y castigarlos con todo el peso de la ley de acuerdo al Artículo 17 del citado Código Penal, motivo suficiente para incluso quitarle la custodia de los niños a la madre.
Lamentablemente este infante no es el único que padeció ese infierno, a “Toñito” lo mataron muchas cosas, diariamente se observan niños vendiendo en la calle, limpiando coches, en situación de calle con historias semejantes, sin posibilidad alguna de ir a la escuela, con la pandemia estos temas van al alza; si bien ha habido avances en la promulgación de leyes que protegen a los menores de edad, por ejemplo la Convención sobre los Derechos del Niño que es un tratado internacional que obliga a los gobiernos a cumplir todos los derechos de los niños, este caso pone de manifiesto las deficiencias del sistema gubernamental, años antes y época actual, en la aplicación de las mismas, por lo que se debe dar visibilidad de una vez por todas a este tema.
Antes algunos DIF municipales, realizaban con frecuencia operativos en las calles para detectar casos de explotación infantil, Xalapa fue uno de los precursores, lo cual debería retomarse en todo el estado. Las asociaciones protectoras de menores de edad y de animales también realizan estudios con frecuencia y echan a andar programas de concientización.
Resulta necesario además de todo ello, eficientar y ampliar los albergues existentes para resguardar menores de edad; son pocos los que existen y mucha la necesidad para resguardar menores violentados o en orfandad porque por esta situación permea el criterio de que los niños no deben ser separados de sus familias aun cuando vivan un infierno, pero podríamos preguntarnos acerca de la familia que tenía “Toñito” ¿era una familia adecuada para “Toñito”? o ¿lo es para sus hermanos?, de viva voz conocí a menores de edad en situación de calle que expresaban sentirse más seguros ahí en la calle que con sus familias en el “hogar”.
La Constitución Federal prohíbe el trabajo infantil en el Artículo 123, así como el Artículo 41 inciso d, de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Veracruz, mientras que el Artículo 47 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes establece la obligación de las autoridades de los tres órdenes de gobierno de prevenir, atender y sancionar los casos por trata, tráfico y cualquier forma de explotación.
La tarea legislativa entonces es endurecer las leyes e impulsar su aplicación real, proponer se retire la custodia de los hijos a personas que los violenten y exploten, si en verdad se quiere proteger el interés superior de las niñas, niños y adolescentes, garantizarles una infancia segura, aplicar mano dura para que los explotadores, asesinos y pederastas entiendan que en Veracruz los niños no se tocan. Descanse en paz “Toñito”.
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