Veracruz | 2024-02-12
Una vez más en Veracruz surgen dirigentes políticos que tiran la piedra y esconden la mano. Y que justo cuando se presenta el periodo electoral sacan la cabeza a regar lodo por todos lados como los anfibios cuando huelen una presa.
Así el caso del líder de Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el estado de Veracruz, Sergio Cadena Martínez. Este personaje ha declarado este fin de semana que son seis alcaldes los que están en esas condiciones que gobiernan bajo el yugo de la delincuencia.
Esto sucede a raíz de las declaraciones de la alcaldesa de Acayucan, Rosalba Rodríguez Rodríguez, a un medio nacional, quien denunció estar sometida por el crimen y que no solo ella sino una serie de ediles en el sur de Veracruz.
Pero sus acusaciones provienen a unos días que la directora de desarrollo urbano de su municipio fue detenida por la Fiscalía del Estado señalada de encabezar una banda de secuestradores.
Entonces el líder del PRD, ve que es el momento de acarrear agua a su molino y ha expresado que:
“Claro, los alcaldes, a mí los alcaldes me lo han dicho, me lo han expresado, la mayoría, no te puedo decir nombre porque los pongo en fusilamiento; cuando menos seis me lo han dicho, sabes qué ya me dijeron esto, me leyeron el otro, me leyeron el otro”.
El líder perredista se ha sumado al bloque PAN y PRI para contender y enfrentar a Morena en estas elecciones de gobernador en junio del 2024 y encuentra tierra fértil para hacer campaña.
Por ello contrataca:
“Ante ese rechazo el gobierno está otra vez amenazando a los alcaldes, síndicos, regidores de oposición; o apoyas a Rocío Nahle o te meto al Orfis, o te meto a la Fiscalía”.
Lo que el dirigente no ha dicho es si se presentará ante las autoridades correspondientes, en este caso Fiscalía General del Estado o la General de la República, FGR, para denunciar formalmente los hechos. Es muy fácil lanzar unas declaraciones a la opinión públicas, decir que no puede dar nombres ni siquiera la zona donde están esos alcaldes amenazados y no tener la responsabilidad ni ética como político para ir y denunciar con valor civil ante una autoridad y proteger a sus correligionarios de esta amenaza de la violencia en su contra.
A las declaraciones de la edil Rosalba Rodríguez, el gobierno estatal instó a que ejerciera su “encargo de manera responsable y conformar una Policía Municipal acreditable mediante el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento Municipal (FORTAMUN) que recibe”.
Lo cual está bien, pero es cierto que también debería investigarse a fondo lo ocurrido en esa zona. Primero fue la presidenta de Sayula ahora la de Acayucan.
Y es que en Veracruz, y mucho podría ser a causa de acciones irresponsables como las de dirigentes políticos, ha habido varios asesinatos de alcaldes. Es indudable que hay una raya muy delgada entre los gobernantes y la delincuencia organizada que opera en su municipio.
En noviembre de 2020, la alcaldesa de Jamapa, y del partido Acción Nacional, Florisel Ríos Delfín, fue “levantada” por un grupo de hombres armados y posteriormente asesinada.
Días después las investigaciones llegaron presuntamente a su esposo quien fue detenido y se encuentra en una prisión del Norte del país.
El 30 de diciembre 2022, la violencia contra ediles alcanzó al alcalde Isauro Ambrosio Tocohua que fue asesinado por la noche en un ataque a balazos cometido desde un vehículo en movimiento, cuando se dirigía su vivienda en el Quinto Barrio, de Rafael Delgado en la zona conocida como de las Altas Montañas.
En el segundo caso el edil era emanado del partido Fuerza por México. En el primero de los asuntos, la alcaldesa jamapeña era del PAN.
Por cierto, que sobre el caso de la edil panista de Jamapa se pronunció la senadora panista por Veracruz, Indira Rosales; quien lamentó el asesinato de la alcaldesa y solicitó al gobernador de la entidad, Cuitláhuac García, el esclarecimiento de los hechos y que se sancione a los responsables.
Pero fue todo. Días después, ni la senadora ni su partido, nadie volvió a tocar el tema o a exigir justicia.
Porque simplemente, y al igual que el dirigente del PRD en Veracruz, solo tiran la piedra pero esconden la mano.
Buscan reflectores sumarte al tema con fines electoreros pero sin un pronunciamiento, sin acciones de fondo, para poder resolver la grave amenaza que sin duda, representa la delincuencia organizada en cada ayuntamiento, con cada uno de los 212 alcaldes, o en su gran mayoría.
Pero es mejor hacer declaraciones electoreras que tomar el toro por los cuernos, con denuncias formales, por ejemplo.