Veracruz | 2023-05-12
Lejos del estridente discurso que describe un escenario caótico y pronostica un panorama sombrío para México, nos dimos a la tarea de analizarla con un enfoque basado en evidencias, lo que en el mundo del béisbol llaman: “la frialdad de los números”.
En el método dialéctico de análisis es necesario una postura crítica y objetiva que plantee la tesis y la antítesis, para ello es importante incluir en el proceso: datos, números y otros indicadores para comparar y contrastarlos, solo así es posible llegar a la síntesis, es decir concluir con un resultado sensato y objetivo.
Analizando los datos de la economía mexicana, observamos que ha mostrado un crecimiento sólido que discrepa con la narrativa catastrofista, basada más en fobias, antipatías y que impide una lectura e interpretación sensata de la realidad.
Al inicio de este sexenio, la prestigiosa revista británica The Economist publicó un artículo donde señalaba que México era gobernado por un “falso mesías”. Se trataba de un duro análisis que exponía graves riesgos para el país bajo la conducción de López Obrador; el artículo se enfocaba en temas económicos, pero también advertía riesgos para la democracia.
Dos años después de la publicación de The Economist, la perspectiva ha cambiado, los datos duros y los indicadores macroeconómicos ubican a México con el mejor desempeño económico en 2022 entre los países miembros de la OCDE.
La editorial The Economist se publicó previo a las elecciones intermedias del 6 de junio de 2021; ¿qué pasó, qué cambio, acaso el análisis de aquel entonces fue equivocado?
Los editorialistas de The Economist tienen un prestigio y fama bien ganada, sus análisis suelen muy certeros, pero para nadie es un secreto que sus posturas en materia económica están alineadas al neoliberalismo, tal vez, y sólo tal vez, ese sesgo ideológico no les permite ver que en existen otros caminos y métodos para alcanzar el crecimiento económico con bienestar social.
La animadversión de The Economist quedó de manifiesta en estas líneas:
“Las instituciones de México son fuertes, pero pueden ceder ante el asalto sostenido de un fanático con apoyo popular”; “las multinacionales están ansiosas por diversificar sus cadenas de suministro fuera de China (…) sin embargo los inversores se muestran cautelosos, pues temen la incertidumbre de gobernar por caprichos presidenciales”, “fanático con apoyo popular”, “gobernar por caprichos presidenciales” … Fuerte, ¿no?
Al paso del tiempo, la percepción The Economist dio un viraje. En un análisis titulado “Los improbables ganadores económicos de 2022”, ubica a México como la sexta mejor economía del año entre 34 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) por encima de Canadá, Japón, Francia e Italia.
Para evaluar el desempeño registrado el año pasado, la revista especializada recopiló datos sobre cinco indicadores:
México cuenta con un peso fuerte frente al dólar, una inflación estable y a la baja, un banco central independiente y autónomo, reservas internacionales en un máximo histórico, salario mínimo creciente y un PIB sólido. Esa es la realidad de los números, lo demás es propaganda y estridencia política.
* Este es un análisis y artículo de opinión basado en datos y publicaciones de The Economist y Forbes.