Veracruz | 2021-09-08 | Raúl López Gómez
Aquellos, los tiempos idos de gloria, de Porfirio Muñoz Ledo, lo convierten ahora en un peligro para la Cuarta Transformación y también para el presidente AMLO.
El famoso político guanajuatense, anda muy “enchilado” y se le acumuló el coraje de la no reelección como diputado federal, y luego de que se quedó corto para alcanzar la dirigencia nacional de Morena, que le ganó el colimense Mario Delgado, a la buena. Se le cayó el teatro.
Don Porfirio, lo ha sido todo en la política de este país, desde sus orígenes en el PRI y dirigente nacional, secretario de educación, y luego dirigente nacional del PRD, sin que se pueda dejar de mencionar, que es de esa famosa camada de políticos que apoyaron a Cuauhtémoc Cárdenas en 1988, y se quedaron a la mitad del camino, por lo que AMLO, tomó la estafeta y por fin cumplió los sueños de la izquierda mexicana de forma natural treinta años después, cuando ganó la presidencia en 2018.
Desde aquellos tiempos, han pretendido andar en esa lucha donde Porfirio Muñoz Ledo y el veracruzano Dante Delgado, ambos que se dicen de pertenecer a la izquierda, cuando en la realidad, siempre han sido de los que han cobrado con la derecha.
Ambos personajes de la política mexicana, que nunca han dado golpe en toda su vida, y simplemente han vivido de la política, ahora andan con vanas intenciones de siempre de seguir y estar pegados a la ubre, del poder político como lo han hecho siempre, que hasta se le creen de que son de la izquierda, con el formato de la simulación y de los años de mucha experiencia de la mala que los hace sentirse paridos por los dioses y los todopoderosos.
Si viviera el ingeniero Heberto Castillo, (el orgullo de Ixhuatlán de Madero, Veracruz) hasta se volvería a morir de tristeza, al ver a estos personajes que no saben que traen fecha de caducidad y siguen dando guerra.
La odisea de AMLO, es única, viene de la generación del esfuerzo y la superación personal pero claro hay muchos que son los arribistas de siempre, y se han querido subir a ese barco como si fuera el “PRI-Tanic”, que olvidan que ya lo hundieron, y por eso quieren seguir con los abusos de poder de muchos años y en contra de la gente del pueblo.
AMLO, como buen tabasqueño les ganó la partida a muchos, aunque se ha tenido que enfrentar a esos personajes, que son parte de la maldad de la política mexicana, que se está limpiando con cuidado y mucha asepsia, de esos sujetos, que hasta arman una revolución cuando se reúnen dos o tres, o más y no precisamente para orar, sino para intrigar y cumplir con esa antigua forma de accionar en el poder que dejó “Fouche, el Genio Tenebroso”, de que se quieren meter en el ánimo del que manda a base de intrigas, simulación y engaños para seguir en el poder pero acá se han quedado con las ganas, cuando aquel les dice: “ya no”.
Esos peligrosos personajes, saben del uso del veneno de la verborrea, y olvidan que la gente ya cambió esa mentalidad de antes, cuando por el hartazgo los mandó a Chihuahua a un baile, dicho en la metáfora respetuosa a la mexicana y por eso los hacen a su lado en sus pretensiones oscuras de intrigar y de seguir dando “lata”.
Entonces, buscan notoriedad y entrarle a la “catafixia” del eterno “Chabelo”, seguramente para unirlo a sus causas pérdidas, para hacer ruido, pero se tendrán que calmar, porque la gente los conoce y muy bien, que hasta olvidan que también traen fecha de caducidad, pero a la mejor con tanto avance científico hasta se la mandaron a borrar para seguir en su precaria lucha de muchos años. Y como diría el maestro de Cerro Central, Wilber Mota Montoya, si ya bailaron que se sienten.
A todo esto, el senador zacatecano de Morena, Ricardo Monreal, le siguen abriendo espacios de cercanía con AMLO, y a paso firme se consolida positivamente para todo lo que viene por su lealtad. Al tiempo. Así las cosas.