Cuitláhuac, auto adulación y sus semejanzas con Duarte

Política a la veracruzana

Veracruz | 2022-11-18

Un gobernante que podría ser calificado de idólatra, hedonistas, adorador de sí mismos o narcisista. Una ceguera que nubla. Según la psicología el trastorno de personalidad narcisista (uno de varios tipos de trastornos de la personalidad) es un trastorno mental en el cual las personas tienen un sentido desmesurado de su propia importancia, una necesidad profunda de atención excesiva y admiración, relaciones conflictivas y una carencia de empatía por los demás.

En Veracruz parece ser muy común que eso ocurra con sus gobernantes, quienes ocultan sus inseguridades con exteriorizar aparente firmeza, determinación y conocimientos y demás calificativos que pudieran mostrar empoderamiento. Cuitláhuac García Jiménez ha criticado hasta el cansancio, por ejemplo, al exmandatario Javier Duarte, hoy encarcelado, pero cada día se parece más a él.

Al igual que ocurrió con Duarte, hoy Cuitláhuac no ve su realidad y abusando del respaldo presidencial ha decidido creer que todo está bien en Veracruz y que los únicos que los critican son sus adversarios ¡pero no es así!, hay todo un estado en contra de su administración y lo han dicho diferentes sectores de la población quienes no ven avance alguno, por el contrario.

Y así como Duarte, el hoy gobernante ha decidido cobijarse en su esfera de aparente poder, evadiendo la realidad y dejando la gobernanza en manos de quienes en lo futuro podrían traicionarlo. El ejemplo está ahí, con el exmandatario priista hoy en la cárcel y sus colaboradores enriquecidos en libertad.

Valdría la pena recordarle a Cuitláhuac aquel dicho de “CUANDO LAS BARBAS DE TU VECINO VEAS PELAR, PON LAS TUYAS A REMOJAR”. El mandatario morenista decidió ceder el poder a su secretario de Gobierno y el ha decidido relajarse “lo que diga Eric está bien” suele ser la respuesta del mandatario, quien ha desplazado y renunciado a leales colaboradores por obedecer a quien debería ser su subordinado, pero que en la práctica es quien le indica como dirigir “el barco”.

Y así en ese culto exacerbado a su personalidad, Cuitláhuac se dio el lujo de presumir en su 4 informe de labores, una melodía de salsa con una letra dedicada a exaltar su personalidad. La letra para no perder la costumbre relata a un gobernante HONESTO y ya de ahí el culto a la personalidad es francamente alarmante y alejado de toda realidad. El mandatario ha perdido el juicio aseguran muchos y hasta cercanos.

Al finalizar su cuarto informe, llevado a cabo en Pánuco, comenzó a sonar una melodía de salsa enfocada en adularlo: “Veracruz está de fiesta, hay bulla en todo el Estado que suene duro la orquesta, que Cuitláhuac ha llegado.

Él es un hombre valiente, honrado y hasta cabal, preparado, inteligente y jarocho de verdad. Déjenlo que baile, que llegó Cuitláhuac está bailando salsa, va cortando caña. Déjenlo que baile que llegó Cuitláhuac, que llegó el gobernador. Los de enfrente no lo creen, mucho menos los de al lado, porque está completo el tren, va de maquinista AMLO.

Y así en las reiteradas estrofas se vuelve a hacer alusión a su honestidad, a su valentía, preparación e inteligencia. Lo que no terminan de entender él y otros morenistas, es que ese término relativo de honestidad es un valor que más allá de evaluar su funcionalidad, nada tiene que ver con la eficacia de gobernar. De nada sirve la honestidad, sino hay capacidad, voluntad y vocación. El propio presidente lo sabe, no le gusta la política, ahora solo disfruta de las mieles del poder, mientras su empleado gobierna, ese que tarde o temprano lo habrá de traicionar.

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