Veracruz | 2020-07-11 | Enrique Haro Belchez
Se denomina comúnmente “suelo” a la parte superficial de la corteza terrestre, biológicamente activa, que constituye un conjunto complejo de elementos físicos, químicos y biológicos que compone el sustrato natural en el cual se desarrolla la vida en su superficie.
El pasado 7 de julio se celebró el día Internacional de la Conservación del Suelo. Una fecha para hacer un llamado a la población mundial sobre la importancia que tiene este para los humanos, animales y plantas, es decir, para todos los seres vivos y que de él depende nuestra alimentación, vida y el equilibrio ambiental en el futuro.
Este día se estableció en 1963 en memoria del Dr. Hugh Hammond Bennet, investigador estadounidense que dedicó su carrera a combinar una mayor producción del suelo, con el cuidado de este valioso recurso.
Decía Bennett: “La tierra productiva es nuestra base, porque cada cosa que nosotros hacemos comienza y se mantiene con la sostenida productividad de nuestras tierras agrícolas”. Cincuenta y siete años después de la muerte de este pionero, el mensaje y los desafíos son inalterables y se enfocan en lograr una gestión sostenible.
El 95 por ciento de los alimentos que consume el ser humano provienen de los suelos, el manejo sostenible de este recurso puede producir 58 por ciento más de alimentos que en una producción agrícola con malas prácticas.
En muchos casos, y en particular cuando las personas hablan sobre el cambio climático, el suelo permanece en un segundo plano; Sin embargo, este recurso es sustancial para combatirlo, como en el caso de los océanos, los suelos pueden absorber gran cantidad de dióxido de carbono, un hecho que contribuye a mitigar el impacto de las emisiones de CO2 en el planeta.
Hasta hace unas décadas, el término conservación no se aplicaba en relación al suelo, no existía una conciencia como tal acerca de su importancia. El suelo es un sistema complejo en el que ocurren numerosos procesos químicos, físicos y biológicos para la vida misma y para la agricultura, su uso irracional genera una alteración de sus propiedades que puede hacer que pierda parcial o totalmente la capacidad de cumplir con su función.
El suelo del planeta en el que vivimos es esencial y fundamental para el mantenimiento de la parte de la Tierra en la que hay vida, la biosfera. Algunas causas de su destrucción son la erosión, el transporte, la meteorización, sedimentación, malas prácticas de siembra, quemas y tala de los árboles, entre otras.
Uno de los objetivos para celebrar este día consiste en evitar su destrucción, así como difundir acciones para regenerar todos aquellos lugares del mundo que se han visto demasiado erosionados y empobrecidos.
Por lo que la conservaciòn del suelo debe ocupar un lugar cada vez más prominente en el pensamiento de los pueblos y de sus gobernantes; la ciencia debe dedicar inevitablemente una proporción creciente de sus esfuerzos a los problemas de mantenimiento y mejoramiento del suelo productivo como fuente de alimentos para toda la humanidad, dado que la sociedad entera depende absolutamente de la producción del suelo para su existencia, la sociedad entera debe participar de esas responsabilidades.
#CambiaUnaAcciònCambiaTodo.